Angel Luis Aldai: «La fotografía, con su uso social, se convirtió en el medio de comunicación de masas»

Ángel Luis Aldai es uno de los fotógrafos más reconocidos de Gran Canaria. Su trayectoria profesional incluye un amplio trabajo comercial para todo tipo de marcas, junto a la edición de libros de fotografía, exposiciones, fotografía de viajes o fotografía de arte. Toda una larga carrera y una incansable actividad que le llevó también a retratar las mil caras de la isla.

 

¿Recuerdas Ángel cuál fue la primera vez que hiciste un trabajo para una marca turística?

Sí, fue en el año 1974, precisamente para el Patronato de Turismo de Gran Canaria. Y esos fueron mis inicios como fotógrafo profesional, dedicado al área de turismo, con las primeras promociones de Gran Canaria como destino turístico. Creo recordar que en 1978 el Patronato ganó el ‘Primer Premio Internacional de Carteles‘ en Madrid, en FITUR, con un póster con una de mis fotografías de las Dunas de Maspalomas.

 

¿Qué tiene de diferente la fotografía turística frente a otro tipo de trabajos?

En la fotografía turística es muy importante poder trasmitir nuevas sensaciones. Buscamos ser capaces de llegar a crear el deseo de estar en el lugar, de participar del entorno, mediante el uso de imágenes que sobre todo trasmitan emociones, y de esa forma podamos generar curiosidad por conocer el destino.

La fotografía turística busca generar curiosidad, deseo

 
 

 
 

Si tuvieras que elegir un único paisaje de Gran Canaria, una única imagen representativa del destino, ¿cuál elegirías?

Sin duda, elegiría las Dunas de Maspalomas. Creo que es el paisaje icónico de Gran Canaria. Por su belleza, por su cercanía para visitarla. Y por sus constantes cambios de luz y de formas. El Roque Nublo también lo es, pero su acceso ya es más complicado, más complicado para disfrutarlo en todo su esplendor.

 

¿Qué hace de la isla un lugar especial para la fotografía? ¿Gran Canaria guarda alguna característica que interese a los fotógrafos?

La isla es sumamente especial para los fotógrafos por la variedad de sus paisajes. Pero también por la luz y el contraste, que te permiten fotografiarla una y otra vez, pero siempre obteniendo resultados y sensaciones muy diferentes.

 

Tras todos estos años de trabajo, ¿te queda algún rincón de Gran Canaria por conocer? ¿Alguna localización sin fotografiar que no tengas en archivo?

Creo que no. Quizás me reste alguna cala escondida en la costa norte, en algún lugar de muy difícil acceso. Pero es casi imposible, porque después de casi cuarenta años fotografiando la isla, en todas las estaciones del año, en Gran Canaria creo que no me falta nada. O al menos, nada que a mí me interese.

 

 

 

Hablemos un poco de tu oficio. ¿Qué supuso mayor revolución, mayor cambio? ¿La fotografía digital o la popularización de su uso que vivimos ahora con los móviles?

La fotografía digital fue la mayor revolución. Resultó un cambio brutal. Hay una gran diferencia entre la imagen analógica y la imagen digital. Y la fotografía con móviles es al final consecuencia de todos aquellos cambios tecnológicos previos, de mediados de los noventa.


En tu opinión, la democratización de la fotografía, ¿beneficia a los profesionales?

Hoy estamos viviendo una época en la cual la fotografía, con su uso social, se ha convertido en el medio de comunicación de masas, sin importar mucho la calidad, ni los lugares o los momentos elegidos. Y creo que la fotografía de autor está realmente muy alejada de toda esta socialización de la fotografía que vivimos hoy en día. Por lo tanto, no considero que perjudique o que beneficie o que ayude a los profesionales del sector, porque son dos mundos totalmente aparte, el uno del otro.

 

Tienes mucha obra relacionada con viajes por países africanos. También hiciste una exposición preciosa en Casa África, años atrás. ¿Cuándo nace tu interés en África?

A principios de mi carrera como profesional tuve la suerte de recibir el encargo de viajar a Senegal, para realizar fotografías de viaje, en un trabajo para un touroperador muy importante. Y eso es lo que me permitió conocer la cultura del Africa Occidental. Fue a mediados de los años setenta.

Años más tarde he vuelto a repetir los viajes al Continente Africano, en múltiples ocasiones. Bien para realizar libros de autor o para preparar exposiciones de fotografías por encargo de Casa África, lo que me permitió tener unas maravillosas experiencias, como fotógrafo y también como ser humano.

 

Una última pregunta, para ver si desanimamos a los jóvenes que puedan llegar a leer esto. ¿Existe algún oficio en el mundo mejor que la profesión de fotógrafo?

A la fotografía hay que dedicarle pasión y vida. Si estás dispuesto a trabajar duro, si estás dispuesto a trabajar con ilusión y sin límite de tiempo, entonces la fotografía te devolverá con creces todo aquello con lo que has soñado alguna vez.

A la fotografía hay que dedicarle pasión, sin límite de tiempo

 
 

 


* Géntu Ndaw, infancia africana, referencia a Ángel L. Aldai en el diario ‘El País’
** Obra de Angel Luis Aldai en la galería Manuel Ojeda: visite su trabajo