César Arencibia: «Necesitamos aumentar la visibilidad de los productos canarios en las zonas turísticas»

César Arencibia Rodríguez es el responsable de turismo y relaciones públicas de la marca Arehucas. Gestiona las visitas a la fábrica de ron en Arucas, un punto turístico destacado del norte de Gran Canaria. César, que cuenta con amplio recorrido profesional en el turismo, nos habla de marketing de experiencias en la fábrica con mayor tradición de la isla.

 
¿En qué año se inician las visitas abiertas al público en la Fábrica de Ron de Arucas?

Desde hace décadas hemos tenido visitas a Destilerías Arehucas. Pero se trataba de un tipo de visita informal, poco elaborada. A finales de 2016 finalizó la renovación del edificio original de Arehucas, construido en el último cuarto del siglo XIX. Esta renovación perseguía dos objetivos: la mejora de la eficiencia energética en la elaboración del ron, por un lado, y la apertura de una nueva visita guiada, más amplia, informativa y atractiva.

 

¿Y qué encuentra ahora el turista que se acerca a conocer las Destilerías?

Se encuentra con la oportunidad de aprender sobre el devenir de una empresa centenaria. Podrá conocer una industria, la del ron, de larga y arraigada tradición en Gran Canaria. Esto unido a una experiencia gastronómica excepcional, ya que el visitante puede degustar un amplio abanico de licores y rones; incluidos nuestros rones añejos, de los que nos sentimos muy orgullosos.

Se trata, además, de algo vivo, porque ‘La Fábrica’, como popularmente se la conoce, se ha adaptado para convertirse en una atracción turística pero sin perder su singular personalidad ni la función que le da nombre. En definitiva, el visitante se encontrará con un pedazo de la historia sensorial de nuestra isla, una historia que no ha terminado y que goza de excelente salud.

En enero de 2017 comenzamos con la nueva visita. Y en este momento disponemos de ocho guías. Esta nueva visita profesionalizada incluye un recorrido por la bodega de añejamiento, el molino, la sala de fermentación, la destilería y la planta de embotellado, y finaliza en una sala de degustación donde el visitante puede degustar una veintena de rones y licores.

 

¿Cuántos visitantes llegan a recibir en un mes normal? ¿Y qué elementos debe tener una visita de este tipo para entrar en el circuito turístico?

El año pasado la media mensual de visitas fue de unas 7.500 personas. Y lo cierto es que estamos muy contentos con los resultados del 2017, nuestro primer año con la nueva visita más amplia e informativa, con personal propio. Suponía un cambio importante, y aunque confiábamos en la calidad, el atractivo e idoneidad de la nueva visita guiada, también había cierta inquietud con respecto a la respuesta. Pero ha sido todo un éxito. Hemos pasado de unos 50.000 visitantes en 2016 a unos 90.000 en 2017. Y esperamos seguir creciendo este año.

Con respecto a los elementos para entrar en el circuito turístico, creo que la clave es encontrar un equilibrio entre el tiempo y la calidad. Los intermediadores con los que trabajamos no desean un recorrido por la fábrica que se extienda en el tiempo, dado que la visita a la fábrica es parte de un paquete mayor que incluye muchas más actividades. Así que hay que lograr ofrecer un producto consistente y atractivo en ese estrecho margen temporal.

En 2017 alcanzamos 90.000 visitantes

 

¿Reciben muchos visitantes de perfil ‘gourmet’? ¿O son turistas con intereses más generales?

Hay gran variedad entre el público que se acerca a Destilerías Arehucas. Pero destacaría tres perfiles: el visitante gourmet, con cierta cultura sobre destilados, que se interesa por nuestros rones más añejos y sus características organolépticas. Un visitante que se concentra en probar pocas referencias y se toma su tiempo.

Luego está el que se interesa más por los procesos, por la parte técnica de la elaboración del ron. Estos visitantes demandan mayor información de la parte industrial del proceso.

Y también está el visitante que aprecia la experiencia global: la combinación de aprender cómo se elabora una bebida sugerente como el ron, de marcada tradición en la isla que visita, que luego aprecia la subsiguiente degustación.

 
 
¿Cómo comercializan y promocionan el tour por la fábrica?

Por un lado, hemos firmado acuerdos de colaboración con agencias y turoperadores, acuerdos que incluyen la visita en sus excursiones por el norte de Gran Canaria. También hemos diseñado un folleto que distribuimos en numerosos establecimientos turísticos, y hemos creado una nueva página web en la que la información respecto a la visita guiada disfruta de un lugar preponderante. Además realizamos con regularidad reclamos para incentivar la visita en redes sociales y en otros medios. Y cuidamos nuestro perfil de Tripadvisor.

 
 

 
 
 
La visita a la fábrica es seguro la mejor manera de explicar la tradición agrícola de la comarca. Quizás los grancanarios no valoramos lo singular que es la historia del cultivo de caña y la producción de ron en Arucas.

Sí, el cultivo de la caña de azúcar juega un papel fundamental en la historia de Gran Canaria, desde su fundación. De hecho, al poco de ser incorporada nuestra isla a la corona de Castilla, ya se inicia el cultivo de dicha planta en nuestras tierras, con técnicos portugueses venidos desde Madeira. Lo que también explica los rastros del portugués en el español de Canarias.

Desde Gran Canaria el cultivo se extiende al resto de islas del archipiélago. Pero no sólo eso, sino que el mismísimo Cristóbal Colón la lleva al nuevo continente, a Santo Domingo, desde donde se extendió su cultivo por todo el Caribe.

Tras la conquista, la caña de azúcar y el comercio eran las principales fuentes de riqueza de Canarias. Hoy es difícil llegar a imaginárselo, pero a finales del siglo XV la caña de azúcar se enseñoreaba de los márgenes del barranco de Guiniguada. Más tarde, en la segunda mitad del siglo XIX, se produce un resurgimiento del cultivo de la caña, con el que a su vez eclosiona la cultura del ron.

El Ron siempre fue parte importante de nuestra gastronomía

En esa época se funda una compañía que con el paso del tiempo pasaría a convertirse en Destilerías Arehucas. Y desde entonces el ron ha sido una parte importante de nuestra gastronomía. A propósito de la caña, me gustaría aprovechar la ocasión para animar a los canarios a visitarnos durante la primavera, que es cuando tiene lugar la zafra en nuestras plantaciones, y la molienda en nuestras instalaciones. Para que puedan disfrutar en primera persona de un proceso con tan larga tradición.

 
 

 
 
 
¿Cuál podría ser un modelo, un referente de fábrica-icono en el sector turístico?

Hay muchas destilerías y cerveceras que han incorporado centros de visitas como herramienta de comunicación y línea de negocio. Un caso muy conocido es el del Guiness Storehouse, en Dublín. A mi me gusta mucho también el centro de visitas de Bundaberg Rum, en Australia. Todos combinan el aprendizaje con una parte más puramente lúdica, apoyando la visita con elementos visuales.

Lo que distingue Destilerías Arehucas de muchos de estos casos es que nosotros no somos el tipo de destilería que queda inactiva y se musealiza. Ni una atracción inspirada en una marca. Bien al contrario, la destilería de Arucas se ha reformado para adaptarla mejor a las visitas, y sigue operativa, está viva.

Siguiendo el ejemplo de otros centros de visitas, en un futuro nos gustaría ofrecer visitas premium, en las que, junto al recorrido por las diferentes estaciones del proceso de elaboración del ron, ofreceríamos maridajes de nuestros rones añejos con chocolate u otros alimentos, o cursos de coctelería. Estamos barajando diferentes posibilidades. De hecho, tenemos proyectado un nuevo edificio anexo a la fábrica, que alojaría un centro nuevo, más espacioso, con casi 900 m², repartidos entre sala de degustación, tienda gourmet, sala vip y sala de proyección con capacidad para 100 personas.

 

La firma de celebridades en las barricas de ron Arehucas debe ser una de las acciones de relaciones públicas con más tradición en Canarias. De todas las personalidades que les han visitado, ¿quién ha sorprendido más? ¿A quién recuerdan con cariño?

Sí, se trata de una ceremonia muy especial que comenzó hace ya medio siglo. Consiste en la firma y dedicatoria de una barrica de nuestra bodega de añejamiento nº 1, la que se conoce como ‘Bodega de Celebridades’. También se invita a la persona honrada a escribir en nuestro Libro de Oro. Y acto seguido se hace entrega de una reproducción en bronce personalizada de la representativa chimenea de Destilerías Arehucas.

El primero en firmar fue Tonono, una figura emblemática para los canarios. El mismo año hizo lo propio Julio Iglesias. Y desde entonces han firmado numerosas personalidades, de diferentes ámbitos. Por citar unos cuantos: los reyes eméritos de España, Tom Jones, Johan Cruyff, Alfredo Kraus, Monserrat Caballé, Plácido Domingo, César Manrique, Martín Chirino, La Oreja de Van Gogh o M Clan. Yo aún no he vivido muchas firmas, pero puedo decir que se trata de ceremonias muy emotivas.

Digna de mención es una anécdota que forma parte de la intrahistoria de Destilerías Arehucas. Tiene que ver con la visita de Willy Brandt, a la sazón Canciller de la República Federal Alemana, posteriormente Nobel de la Paz. Como se encontraba indispuesto, el señor Brandt no entró en la bodega para firmar la barrica y esperó sentado en una sala anexa. Allí se le llevó la tapa, para que la firmara. La colocó sobre el regazo y firmó. Cuando la levantaron se dieron cuenta que había tiznado el pantalón del invitado ilustre, que debía acudir a otro acto sin pérdida de tiempo. Los presentes quedaron en silencio, la tensión se podía palpar. Para alivio de todos se le dibujó una amplia sonrisa, se apresuró a quitar importancia al incidente. Ese episodio contribuyó a que su sencillez quedara grabada en la memoria de todos.

 

¿Cómo crees César que podríamos conseguir que el turista consuma más marcas locales?

Hemos mejorado mucho en cuanto a oferta gastronómica local, pero, en general, por desgracia, creo que el turista aún no vincula Gran Canaria con una oferta atractiva en este ámbito. Se están haciendo grandes esfuerzos en este sentido, y se ha mejorado mucho. Pero todavía queda mucho por recorrer. Eso sí, uno tiene la sensación de que vamos en la dirección adecuada.

Hemos mejorado mucho nuestra oferta gastronómica

Con respecto a las marcas, creo que, por ejemplo, con aumentar la visibilidad de los productos canarios en las zonas turísticas ya notaríamos mejores resultados. Porque tenemos productos de mucha calidad que no tienen nada que envidiar a las marcas de otros destinos.

 

 

¿Qué aspectos hacen de Gran Canaria un Gran Destino? ¿Y qué cabría mejorar para permanecer como destino puntero en los mercados turísticos?

Las encuestas nos dicen que somos un gran destino por nuestro clima y nuestras playas. Pero también por la variedad y belleza de nuestros paisajes y especialmente por la hospitalidad de nuestros paisanos. Sin olvidar la seguridad.

¿Qué deberíamos mejorar? La oferta complementaria puede mejorar en variedad y calidad. También creo que es urgente la renovación de la oferta alojativa. Y debemos ser todavía más respetuosos con nuestro entorno natural y urbano. Cuando uno pasea por nuestros pueblos y ciudades, aunque se ha mejorado, todavía se encuentra con demasiados puntos negros desde el punto de vista urbanístico o de respeto del medio ambiente, y eso también queda grabado en la retina de los turistas que nos visitan.

 
 


 
 
*[Conozca la Visita Guiada a Destilerías Arehucas en su sitio web]
Más info sobre la oferta turística del municipio en su portal Arucas online

 
*Reportaje gráfico: Bea Rivero