Lourdes Pérez directora de hotel

Lourdes Pérez: «Nuestro modelo de turismo sirve de apoyo para salvaguardar el sector primario»

Lourdes Pérez Mederos es directora-gerente del Hotel Rural Las Longueras, en el Valle de Agaete. Situado en uno de los lugares más bellos de Gran Canaria, su hotel ha sido durante 25 años un ejemplo de integración con el medio. Enclavado junto a una finca agrícola en explotación, ofrecen desayunos con productos de su huerta y un modelo de hotelería bien adaptado al viaje lento. Lourdes y un equipo de 10 personas se vuelcan a diario para brindar el mejor descanso, entre salones señoriales y rincones que parecen sacados de una novela. Bajo árboles centenarios cuidan nuestra mejor tradición hotelera, en uno de los establecimientos señeros del turismo rural en la isla.

 

Este establecimiento nos conecta a los inicios del turismo en Gran Canaria. El modelo de alojamiento, la tranquilidad, la atmósfera del Valle, todo recuerda a las historias de los primeros viajeros que veraneaban en el norte de la isla. Seguro que Olivia Stone o Agatha Christie habrían elegido tu hotel :=)

Sí, sin duda lo hubieran elegido, igual que lo hicieron en su época personas tan importantes para la vida política, social y cultural de las Islas como Pepe Dámaso o como César Manrique, grandes amigos de los propietarios, que pasaban innumerables momentos en la Casa tratando temas de actualidad en nuestros salones y dando largos paseos por la finca.

Desde entonces han pasado por nuestra Casa desde ministros a obispos, desde embajadores a toreros. Y por supuesto, los miles de turistas que nos han acompañado estos años. Todos ellos han ayudado a hacer que la experiencia en el hotel sea única o, cuanto menos, diferente.

 

El hotel se enclava en una casa señorial con una arquitectura poco común. ¿Cuál es la historia de la finca?

Las Longueras sigue perteneciendo desde sus inicios a la familia Manrique de Lara. En un principio fue una finca de plataneras con cafetales, cambiando de actividad en los años 70, pasando a ser una explotación de naranjas, de mangos, aguacates y otras frutas tropicales, hasta la actualidad.

A finales del siglo XX la familia decidió reconvertir la Casa en Hotel Rural y compartir vivencias con los huéspedes que así lo quisieran. Y ya llevamos casi 25 años de actividad. La Finca se sigue manteniendo como explotación agrícola y el Hotel se ha convertido en uno de los referentes del turismo rural de Gran Canaria.

 
 

 

 

 

En el sector turístico empezamos a tomar conciencia sobre la importancia del consumo de alimentos ‘kilómetro cero’. Ustedes siempre apostaron por fomentar la producción local, pero ¿cómo integran eso en el día a día del hotel?

Sí, para nosotros es prioritario acercar nuestro producto al turista, y de hecho es algo cada vez más demandado. Nuestros huéspedes llegan ya con ‘la lección aprendida’, vemos que saben bien a dónde vienen. Quieren probar por ejemplo nuestro Café de Agaete, pero también quieren encontrar queserías, bodegas y mercados de producto local.

Los huéspedes quieren probar producto local

En el Hotel, dependiendo de la temporada, los huéspedes disponen de fruta recién recogida del árbol, en cestas en los patios así como en el bufé de desayuno. Y cuentan con verduras frescas de nuestro huerto. Además disponemos de un proveedor de fruta y verdura de aquí del norte, y de productos de toda la isla. Indiscutiblemente un turismo como el nuestro tiene que servir de apoyo para salvaguardar el sector primario en las islas.

 

La preocupación creciente por el medio ambiente, ¿cómo puede afectar a la forma en que los europeos toman vacaciones?

En nuestro caso gestionamos un establecimiento turístico en un entorno medioambientalmente sensible. Y debido a eso vemos cómo nuestros clientes tienen desde hace mucho tiempo una preocupación muy elevada por el efecto climático en nuestro entorno. Creo que esa tendencia se ve especialmente reflejada en huéspedes de nacionalidades nórdicas y centroeuropeas, pero se irá extendiendo poco a poco a otros países, obligándonos a emprender acciones, tanto a los establecimientos como a los destinos turísticos.

Necesitaremos acciones bien detalladas que den visibilidad a nuestra involucración con el medio natural. Esto será sin duda un factor decisivo en el proceso de compra del cliente, si es que no lo está siendo ya.

 

¿Qué productos turísticos deberían primar las comarcas del Norte? En esta parte de la isla vemos un modelo de turismo menos intensivo, quizás con mayor relación con el sector primario.

Creo que deberíamos diferenciar entre turismo “masivo”, que tiene una connotación negativa respecto al volumen, e “intensivo”, que también lo aplicamos a la experiencia del cliente. Y ahí el norte de la Isla tiene mucho que aportar, y mucho para ganar en diferenciación. La experiencia diferenciada es sin duda uno de los factores más determinantes en las nuevas tendencias e intereses del cliente. Y nuestra zona norte tiene la capacidad para ofrecer al turista todo lo necesario para que pueda vivir esa experiencia única, local y muy auténtica.

El Norte de la isla puede ofrecer experiencias únicas

Una oferta de experiencias en la cual Agaete se puede convertir en un referente, por su combinación de excelente clima, de mar, de montaña y de recursos turísticos tales como el Parque Arqueológico Maipés, el Casco Histórico, la Ermita Nuestra Sra. de las Nieves, el Huerto de las Flores, el parque natural de Tamadaba, y un sinfín de lugares para descubrir y donde poder escapar. Además, tenemos el honor de ser uno de los municipios Reserva de la Biosfera, y ahora, recientemente, Patrimonio de la Humanidad.

 

¿Acogen eventos?

Se realizaron eventos hasta enero de 2017, fecha en la que decidí, en acuerdo con la Propiedad, el priorizar la actividad del hotel por encima de cualquier otra cosa. Nuestros huéspedes demandan tranquilidad y descanso, y debido a esto y a otros factores elegimos pararlos. Ahora hemos decidido celebrar actos pero de otro tipo: desde yoga, a meditación, presentaciones, etc., actividades que no pongan en riesgo el concepto de descanso del que presumimos.

Nuestros huéspedes demandan descanso y tranquilidad

 
 

 

 

 

 

¿Cuántas personas forman la plantilla?

Somos once personas las que formamos el equipo: siete estamos en el día a día del Hotel, y cuatro se encargan de la producción agrícola y de los jardines.

 

En TripAdvisor y otras web similares vemos que uno de los rasgos que se valora de este establecimiento es la amabilidad y profesionalidad del staff. ¿Cuál es la clave para crear un equipo así? En un hotel pequeño no debe ser fácil enfrentar el día a día, habrá que hacer un poco de todo.

Eso es algo de lo que me siento muy, muy orgullosa. Hemos conseguido crear con los años un equipo compacto, somos una familia, y ese sentimiento los huéspedes lo reciben, de hecho es lo que más me comentan. Somos conscientes de que somos afortunados por trabajar en un lugar así de idílico. Obviamente se trabaja mucho, y hay ocasiones en las que puede llegar una crítica, nos pasa a todos. Y una crítica duele como si fuera propia, porque creo que sentimos la Casa como si fuese nuestra. Y al final es ahí donde radica el éxito.

En recepción tenemos todas las puntuaciones recibidas, para recordarnos que ese esfuerzo es diario y que no tiene fin. Yo dirijo el Hotel, pero también llevo la recepción, la contratación, reservas y muchos etcéteras más, teniendo siempre a mi lado a un equipo que, como decía antes, me lo hace todo más fácil. Ellos también hacen un poco de todo, porque este es un establecimiento familiar y con pocas unidades alojativas, con todo lo que ello conlleva. Es un enriquecimiento tanto personal como profesional.

 

¿Qué tasa de clientes repetidores tiene el hotel?

Alrededor de un 25%, y subiendo…

 
 

¿Hay algún cliente, algún huésped singular que aún les haga sonreír cuando lo recuerdan?

Uff, son muchas las personas que recuerdo con cariño. Por ejemplo, unos huéspedes tiroleses que nos visitan desde hace más de diez años, hospedándose en la misma habitación con vistas al Valle, y cada navidad y cada pascua envían una caja de regalos para todos los empleados, con su nombre. No han fallado nunca. Hasta nos mandan una a finales de julio para desearnos unas felices vacaciones.

Otra ocasión que jamás olvidaré fue el pasado año, tras perder a mi padre. Una familia irlandesa que viene al hotel cada navidad se enteró, y consiguieron enviarme un ramo de rosas blancas a mi domicilio con una tarjeta de la misa a la que habían acudido en su memoria. Son cientos de momentos así, que nunca se olvidarán, siguen emocionando.

 


Hotel Rural Las Longueras forma parte de Gran Canaria Natural & Active. ¿Cuáles son las ventajas que ofrece ser parte de la Asociación?

Como he comentado, somos un establecimiento pequeño y poder formar parte de Gran Canaria Natural & Active nos facilita las herramientas necesarias para promocionarnos en el exterior, por ejemplo con publicaciones en prensa o press trips, y con muchas otras acciones que nos dan visibilidad ante un público al que difícilmente llegaríamos por medios propios. De otra manera, no sería posible.

 

También apoyan Gran Canaria Walking Festival, una vía pujante para vender la isla como destino de senderistas. ¿El senderismo es un producto corriente entre sus huéspedes?

Sí, para nosotros el senderismo es una actividad más que habitual. Hace dos semanas recibimos en Agaete el fin de ruta del Gran Canaria Walking Festival, que organizamos desde la Asociación Gran Canaria Natural & Active, cada año con gran éxito de participación. Un evento donde logramos que personas de diferentes nacionalidades se unan para conocer nuestras rutas, paisajes y gastronomía.

El senderismo es una actividad cada vez más habitual

Por nuestra parte, desde el propio hotel, trabajamos con agencias que tienen el senderismo como actividad principal. Con dos agencias en concreto que llevan a sus clientes a conocer el interior de la isla, de primera mano. Recorren la distancia entre los hoteles que forman parte de un circuito, por rutas a pie preestablecidas, mientras un traslado se encarga de llevar sus equipajes de un municipio a otro. El resto del viaje lo combinan con una visita a todos los municipios del norte y con un día que suelen dedicar a conocer la capital.

 
 
Seguro habrá lectores de esta página que aún no conocen su hotel. Incluso alguno con tan mala suerte de no haber llegado a visitar el Valle de Agaete. ¿Serías capaz de contar en pocas palabras lo que se están perdiendo???!!!

El Hotel Las Longueras es una experiencia en sí misma. Es un pequeño paraíso de casi 180 hectáreas para pasear, descansando en una Casa de estilo canario y de estilo colonial, debido a la influencia británica en las islas en el siglo XIX. Aquí el huésped puede tumbarse a descansar en una piscina rodeado de palmeras y de frutales, disfrutando de una impresionante vista del Valle y del Macizo de Tamadaba.

Aporta valor el hecho de que el hotel se encuentre a sólo 2,5 kilómetros del pueblo de Agaete y a 3 kilómetros del mar. Y también, podemos contar que nuestros huéspedes se sienten aquí como en casa. :=)

 
 

 

 

*Obtenga aquí más información sobre Hotel Rural Las Longueras.
**Conozca la oferta de turismo de naturaleza de Gran Canaria Natural & Active.

 

***Reportaje gráfico: Arcadio Suárez