Miriam Rodríguez: «El turismo puede ser la salvación de las zonas rurales, si lo gestionamos responsablemente»

Miriam Rodríguez es Gerente de Artenatur, empresa familiar de turismo rural en Artenara. Licenciada en Administración y Dirección de Empresas en la ULPGC, Miriam es buen exponente de una generación de jóvenes implicados en el desarrollo sostenible de la Cumbre. Junto a otros emprendedores creó Edarte, Asociación para el Desarrollo Económico, Rural, Turístico y Cultural de Artenara. Forma también parte de AIDER, Asociación Insular de Desarrollo Rural y fue seleccionada junto a otros dos jóvenes de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, para representar a España en el Foro Iberomab en Ecuador. Hablamos con ella de turismo rural y emprendimiento.


La despoblación parece el problema más acuciante en Artenara y Tejeda. ¿El turismo llega a mantener a la gente joven en la Cumbre? ¿O se necesitan otros sectores de actividad?

Personalmente creo que el turismo puede ser una gran salvación para las zonas rurales, siempre y cuando se sepa gestionar de manera responsable. Creo en un turismo sostenible que sirva de apoyo a otros sectores de la economía, como el primario. Si apostamos por el producto local y por nuestras tradiciones y nos dirigimos a un turismo respetuoso que valore lo auténtico, por supuesto que habrá más oportunidades para las personas que vengan al pueblo en busca de empleo real y duradero, sean jóvenes o no.

El turismo rural tiene un efecto multiplicador, un efecto que repercute no sólo en el alojamiento, sino también en los supermercados del pueblo, los transportes, la gasolinera, los restaurantes… Pero debemos tener una estrategia clara de desarrollo sostenible. De no haberla, el turismo puede convertirse en nuestra perdición.

 

En su caso, decidió emprender muy joven. ¿Pero por qué apostó por el turismo rural?

La tradición familiar tuvo gran peso en mi decisión. En 1996, cuando casi no se oía hablar de turismo rural, mi padre rehabilitó la casa de mis bisabuelos en Artenara, (*la Casa Cueva El Caidero). Él estaba convencido de que podría enseñar nuestra cumbre a visitantes llegados de todas las partes del mundo, a los mismos visitantes que viajaban a Gran Canaria atraídos por el sol y las playas.

Desde pequeña veía cómo los turistas se fascinaban con el interior de la isla, con la cultura y la arquitectura troglodita…Todo esto me ha hecho valorar aún más la autenticidad de lo nuestro.

Así que cuando tuve que decidir mi carrera, quise formarme para poder continuar con el negocio familiar. Me parece muy enriquecedor estar en contacto con personas de otras regiones, que valoran lo nuestro, que vienen de todas partes del mundo para disfrutar de lo que nosotros tenemos la suerte de vivir cada día, como nuestros paisajes. Me gusta compartir el entorno del que disfruto a diario con personas que posiblemente sólo lo llegarán a disfrutar una vez en su vida.

Mi padre rehabilitó la primera casa cuando nadie hablaba de turismo rural

 
 

 
 

Artenatur pone en valor un producto especial: el turismo rural en casas-cueva. Por lo que cuenta, quizás los canarios no nos damos cuenta, pero a ojos de un foráneo dormir en una cueva debe ser algo novelero, toda una experiencia. ¿Los extranjeros lo perciben así?

Sí, si hay algo que me encanta es recibirlos y ver sus caras al entrar en la cueva. Pero no es algo que pase sólo a los extranjeros. También para muchos grancanarios, descansar en el interior de la tierra es original y novedoso, tiene algo especial. Supongo que por el silencio y la paz que se respira. Es el lugal ideal para desconectar de lo cotidiano y conectar con uno mismo. Yo lo llamo “practicar trogloturismo

 

El turismo rural es un tipo de alojamiento muy personalizado. ¿Qué detalles valora más un huésped? ¿En qué cosas les sorprende?

Por lo general los huéspedes buscan esa cercanía que no ofrece el turismo convencional. Que sea la misma persona quien resuelva tus dudas antes de venir a la casa, que te reciba y esté disponible durante tu estancia. Se crea un vínculo especial que en ocasiones se alarga incluso después, cuando los huéspedes han dejado la casa.

Pero esa relación bonita no es sólo con la empresa, se establece también con el entorno. Es habitual que los huéspedes se sorprendan del trato de los lugareños, porque les cuentan sus vivencias y los acogen con cariño, incluso a veces les invitan a pasar a sus casas para enseñárselas. Esto es lo que vienen buscando, experiencias únicas y auténticas y en la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, de eso sabemos mucho.

El huésped busca autenticidad y cercanía

 

Meses atrás entrevistamos a Ángel Clavijo, de AlifeArtenara. Nos habló de esa iniciativa singular que mezcla turismo natural, senderismo, yoga, música. Un evento posible gracias a la gente del pueblo y a empresas como Artenatur. ¿Los eventos son buena vía para promocionar el territorio cumbrero?

AlifeArtenara es un ejemplo de que la unión hace la fuerza. Tres empresas locales apostamos por este evento gracias a la colaboración con Ángel y su equipo, permitiendo que los participantes disfrutaran de Artenara durante un fin de semana completo. Con prácticas de yoga, conciertos, rutas guiadas por nuestros senderos con un guía local, descansando en nuestras Casas Cueva, comiendo productos cultivados en Artenara y elaborados en restaurantes del pueblo…

Un concepto amplio de turismo responsable y apoyo a la economía local que ha sido una promoción excepcional e innovadora para el municipio. Pero no es la única manera de darnos a conocer, el boca-oreja tradicional para nosotros sigue funcionando, unido a las nuevas tecnologías y a las redes sociales.

 
 

 
 
 

La recuperación de Risco Caído es uno de los grandes proyectos de revalorización del patrimonio en los últimos años. Si la candidatura a ‘Patrimonio de la Humanidad‘ tiene éxito, ¿cómo podría afectar al desarrollo turístico de la comarca?

Creo que el Patrimonio de Gran Canaria ya tiene valor por sí mismo. Me encantaría decirte que confío plenamente en que la declaratoria será un éxito absoluto para los municipios que integra, pero me preocupa que no sepamos gestionarlo como debemos. Si Risco Caído y Los Espacios Sagrados de Montaña se convierte en Patrimonio de la Humanidad, de repente estaremos en el punto de mira de todo el mundo e indudablemente aumentarán las visitas a La Cumbre.

Si no hay una estrategia clara de desarrollo responsable, podemos convertirnos en una zona más de turismo de masas, lo que para mí sería un auténtico fracaso. Los turistas que nos visitan hoy en día lo hacen porque Artenara es como es, con su lejanía a la ciudad y la tranquilidad que esto confiere. Por sus paisajes, su cultura, su gente, su patrimonio… todos nuestros esfuerzos deben centrarse en mimarlo y conservarlo de manera sostenible.

El turismo rural tiene efecto multiplicador

 

Y a los urbanitas acérrimos que vivimos felices con nuestros atascos y ruido, ¿cómo se les hace ver el valor natural de la Cumbre? ¿Cómo se explica la importancia de desconectar? No debe ser fácil con gente que pasa todo el día mirando un móvil.

Yo lo entiendo como una terapia, estar en contacto con la naturaleza en un entorno que está en armonía en su conjunto. Es la mejor medicina. Nuestros huéspedes nos dicen en cuanto llegan a las casas, que vienen estresados pero en sólo unos días en La Cumbre, descansando en una Casa Cueva, se relajan y cargan las pilas para volver llenos de energía positiva. De hecho, no sólo lo digo yo. Hay estudios científicos que demuestran que escapar de las ciudades y estar en contacto con la naturaleza aporta múltiples beneficios para la salud mental, nos hace vivir más y mejor.

Tampoco tiene por qué ser malo estar conectado a las nuevas tecnologías, si sabemos dosificar su uso y esto es más fácil en nuestros alojamientos. Ya te adelanto que dentro de las cuevas es difícil tener cobertura… así que se conecta con uno mismo.

 

Sacar adelante Artenatur, promover turismo en el pueblo, asociarse a Sicted, más el resto de iniciativas en las que anda involucrada, visto desde fuera parece una montaña de esfuerzo. Seguro que pudo haber elegido una trayectoria profesional más convencional. Apostaría que encontró un trabajo que le gusta con locura.

Jajaja, sí, me apasiona lo que hago y eso se nota. Tengo mucho trabajo ‘de ordenador’, desde emails, a redes sociales, gestión de reservas. Un trabajo que alterno con recepción de los huéspedes, con visitas a ferias o congresos y con el mantenimiento de las casas. Pero siempre hay tiempo para seguir formándose y mejorar. Cada día es un aprendizaje.

Es cierto que emprender es complicado. Pero para mí también sería complicado tener un horario fijo y hacer cada día lo mismo en un ambiente de estrés. Trabajar en un entorno como Artenara es un regalo, creo que es la Cumbre la que me recarga las pilas para meterme en todos los líos en los que ando…

 

Querríamos cerrar con un cuestionario rápido, nada sesudo, al modo de las revistas de domingo. ¿Daría un ejemplo de destino turístico sostenible, un espejo donde mirarnos?

Realmente conozco pocos, pero cuando visité la Reserva de la Biosfera Transfronteriza de Bosques de Paz, compartida por Perú y Ecuador, me sorprendió muchísimo cómo producían localmente para la comunidad. Lo hacían casi sin generar residuos y con muy pocos medios.

 

¿Una empresa turística en Gran Canaria que le parezca modélica?

Etnoexperience, gestionada por Rafa Molina, a quien creo que conocen, su empresa es un ejemplo de cómo podemos apoyar y fomentar nuestras tradiciones beneficiando a la población rural.

Si puedo recomendar una empresa que no sea 100% turística me decanto por la Biocrepería RiscoCaido, en Artenara. Sergio y Neus han vuelto a su casa del pueblo para recuperar la tierra y aportar valor a través de la alimentación saludable y consciente, creando un restaurante vegano con mucho éxito.

 
 

¿Un producto turístico con mucho recorrido en la Cumbre?

El ecoturismo. Pero el de verdad, que no tiene que ser nada novedoso, sino que consiste simplemente en enseñar al mundo lo que ya se hace y lo que aporta Artenara. Poder enseñar al visitante cómo se hace el queso, cómo se cultivan las verduras o se recogen las papas, unido a la oferta de senderismo, visitar el museo casas cuevas, el centro locero o la escuela de telares de Artenara…

 

¿Una web turística de referencia?

EscapadaRural.com, es un portal que además de servir de inspiración a los viajeros, hace mucho por el sector del turismo rural (por lo general tan abandonado), a través de estudios interesantes o a través del Congreso Coetur, entre otras muchas cosas.

 

¿Alguien que haya sido para Ud. un referente a la hora de lanzarse a emprender?

Mi padre, sin duda. Me enseñó a valorar lo que tenemos. Y a confiar en que trabajando con ilusión y dedicación, todo se consigue. Fue un visionario, apostando por el turismo rural en 1996. Él me contagió el cariño al entorno.

 

¿Un lugar donde perderse un fin de semana? *Atención, en esta respuesta se puede hacer trampas y tirar para casa :=)

¡Artenara es perfecta para perderse y encontrarse! Imagina por un momento: salir el viernes por la tarde de la capital y subir a la cumbre. Disfrutar de ese paseo tranquilo, con el atardecer por el camino, viendo el sol esconderse detrás del Teide. Llegar a la Casa Cueva y descansar en completo silencio.

Al día siguiente comprar el pan calentito hecho a mano en la Panadería de Artenara, coger la bici (o el coche si no se puede) y avanzar en dirección a Tamadaba, a explorar todos sus rincones hasta llegar al “fin del mundo” y no hacer nada, simplemente, observar. Volver al pueblo, pero antes hacer una parada en Acusa Seca y pasear por nuestro pasado… A la noche cenar en uno de los restaurantes locales, mientras escuchamos como hablan los mayores del pueblo. Y el domingo aprovechar, si el tiempo lo permite, para recorrer uno de nuestros senderos, que hay muchos.

Contemplar la flora, la fauna, los paisajes… o simplemente quedarse en la casa leyendo un libro o tomando el sol en la piscina. Te aseguro que en sólo unos días recargas pilas, es una terapia para el alma.

 
 

 
 

*Conozca la oferta de Casas-Cueva de Artenatur

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Reportaje gráfico: Arcadio Suárez