Alejandro es buen ejemplo de las oportunidades que el teletrabajo ofrece para el crecimiento del archipiélago, es un talento retornado. Hace dos años, este consultor en transformación decidió volver a su isla natal. Antes se estableció en localizaciones como EEUU, Costa Rica, Holanda, Alemania o Irlanda. Le apasionan los paisajes volcánicos de Canarias y practicar kitesurf, bici de montaña o volar su drone. Hoy disfruta de todo eso gracias a su oficina virtual, en la que desarrolla proyectos de cambio cultural, transformación digital y aceleración de ventas tecnológicas para clientes de toda Europa. Es, además, un excelente embajador y prescriptor de su tierra…
Tras su paso por una startup tecnológica en Berlín, Alejandro se unió a la multinacional Cisco Systems. Desde el primer día, le entregaron un ‘hot desk’ y un portátil. Aquí pudo ver los beneficios de trabajar en remoto. Con el tiempo, se sumó a Google en Madrid, gestionando un equipo en remoto con base en Irlanda. Años más tarde, se mudó a Dublín junto a su familia para tomar un rol europeo en el desarrollo del ecosistema de partners.
En 2016 dio el salto a Microsoft España para liderar las ventas de servicios de colaboración, movilidad y ciberseguridad gestionando un equipo de consultores que combinaban trabajo presencial y virtual. En esta etapa lanzó Microsoft Teams al mercado español consolidando la tendencia hacia “la colaboración basada en chat” y contribuyendo a que se convirtiera en, probablemente, la aplicación empresarial con mayor crecimiento de la historia.
Eres ya un veterano del teletrabajo y un experto reconocido en este mundo, por tus conocimientos tecnológicos y de empresa, pero no hace mucho tiempo fuiste una persona con residencia fija, ¿en qué momento y por qué decidiste cambiar y optar por esta alternativa laboral?
¿Recuerdas en el 2000 cuando con internet pensábamos que casi al día siguiente no existirían los kioscos? Pues en aquel momento, durante unas semanas, Cisco Systems fue la compañía más valiosa del mundo. Su visión era clara: cambiar la forma en la que trabajamos, vivimos, jugamos y aprendemos.
Cisco es de las compañías que practica lo que vende. Ya en 2004, cuando me uní a la compañía, podía saborear en mi día a día cómo trabajaríamos todos en el futuro. En aquel momento era normal combinar la presencia con el teletrabajo, las videoconferencias o que te midieran por tu participación y valor añadido, no por estar en la oficina.
Las experiencias posteriores en Google y en Microsoft aceleraron mi pasión por entornos de trabajos modernos y digitales, donde se combinan plataformas de colaboración bien implantadas, con comportamientos modernos de gestión y redarquía.
¿Cómo imaginas tu vida sin el teletrabajo?
Al principio de mi carrera podía entender que no se extendiera el teletrabajo por los anchos de banda y el coste de las aplicaciones. Pero, desde 2008 en adelante, me resultaba tremendamente incomprensible que no fuera más habitual. Aproximadamente, antes de la pandemia sólo un 6% de los trabajadores teletrabajaban, ahora ya supone un 30%.
La tecnología estaba disponible, pero no la cultura. La frenaba muchas veces el ‘si funciona ¿para qué cambiarlo? (aint’t broken don´t fix it)’ o la comodidad para los jefes de poder controlar presencialmente a sus empleados.
La pandemia ha servido de catalizador o de acelerador de una tendencia que además ayuda a resolver temas que NO funcionaban: el tiempo para llegar a tu puesto (tráfico o aparcamiento), la falta de salas para reunirnos, los costes de la vivienda en las ciudades, la conciliación con la vida personal, el presencialismo, etc.
Durante la etapa directiva en Microsoft pasé bastante tiempo en la oficina de Madrid. Fue un momento en el que combiné el ir y venir a la isla, los fines de semana, con largos días en la oficina. El trabajo de equipo, reporting y desarrollo de ventas consume muchísimo tiempo. Y en presencial aún más. Los días se hacían cortísimos y me obligaba a tomarme días de teletrabajo, no tanto para adelantar trabajo, como para pensar, reflexionar y coger perspectiva para lanzar iniciativas más creativas. Era un momento importante porque necesitábamos consolidar el movimiento de Microsoft de fabricante de software a líder en tecnologías en la nube.
30% de los trabajadores ya teletrabajan
Hoy más que nunca es necesario crear tiempo para conectar con lo que viene, con el futuro. Sin ir más lejos hace unos meses me fui a un hotel del sur de la isla de Gran Canaria para pasar una semana en la que los niños estaban cuidados por animadores y yo teletrabajaba con buena conectividad. Hemos de aprovechar los beneficios que estas nuevas modalidades de trabajo nos aportan.
El teletrabajo es un superpoder al que hoy podemos acceder en masa gracias a las tecnologías en la nube, no usarlo, nos lleva a ser menos competitivos a todos los niveles.
Y en un momento determinado decidiste quedarte en Gran Canaria, ¿por qué? ¿es temporal? ¿qué tiene este destino?
Soy un enamorado de Gran Canaria. Mis padres ya en su época fueron pioneros, trabajaron en entornos internacionales como PepsiCo. Incluso estuvimos a un tris de ir a vivir a Malta, para que mi padre liderara la fabricación en el Líbano de Pepsi Cola. Volvimos a la isla con el proyecto de lanzamiento de Granini en Canarias. Así que me crié en la isla, bebiendo mucho zumo :-), sin embargo, volvimos a irnos cuando tenía 15 años.
Gran Canaria es un lugar muy completo para los que nos gusta la vida activa. Encuentro que hay perfiles internacionales que van y vienen con experiencias muy sólidas. El nivel profesional es alto y los estándares de vida son parecidos al del resto de Europa, pero con tres ventajas: el clima, la cercanía a todo y la conexión diaria con todos los países de Europa.
¿Qué aportan profesionales como tú a destinos como Gran Canaria?
Creo que aportamos diversidad y experiencias conectadas con el resto del globo. Por ejemplo, hoy en día colaboro con las empresas del Clúster de Excelencia Tecnológica de Canarias en la mejora de sus habilidades comerciales basándome en las mejores prácticas de empresas globales.
También aportamos conectividad. Algo de lo que disfruto mucho es de poner mi red profesional al servicio de las startups con las que colaboro. Sin ir más lejos el año pasado traje a dos personas, una de Google y otra de Microsoft, al evento Nomad City (un evento que promueve hacer el trabajo en remoto accesible a todo el mundo y Canarias como destino ideal).
¿Cuáles son tus planes a partir de ahora?
La pandemia ha consolidado el trabajo en remoto. Antes tenía que viajar semanas enteras allí donde estuvieran los clientes. Ahora continúo trabajando en remoto porque los propios clientes no están ni en su oficina. Mi plan a corto plazo es volver a un coworking dónde volver a socializar y conectar intereses con gente internacional.
En modo elevator pitch, ¿qué dirías a otro profesional que esté pensando en teletrabajar? ¿Y si quisiera hacerlo desde Canarias?
Vivimos un momento muy especial. Por un lado, se acelera la tendencia del teletrabajo y, por otro, los que estamos inmersos en nuestras carreras profesionales queremos explorar el mundo mientras acumulamos experiencias laborales. El modelo ‘trabajo-vacaciones-promocionar’, pues ya no es suficiente para realizarnos como personas. Necesitamos conectar con nuestro propósito. Y si no lo hemos encontrado, necesitamos seguir buscándolo mientras vivimos experiencias.
Canarias es, sin lugar a duda, un buen lugar en el que vivir esas experiencias, ya sea solo o en familia, de la mano de una comunidad de profesionales acogedora. En un escenario muy diferente al que nos proponen otros lugares de negocios.
Canarias ofrece una comunidad profesional acogedora
Lo principal es conectar con gente que esté en tu misma honda. En mi caso, el disparador fue un desayuno que organizó la SPEGC las Navidades de 2016 en la que invitaron a profesionales que trabajábamos fuera; lo llamaban las “uvas del talento”.
Entonces empezó a abrirse en mi mente la posibilidad, y durante los siguientes meses conecté con muchos profesionales locales, ya internacionalizados, que me enseñaron el camino.
Después de haber trabajado en Berlín, Ámsterdam, Barcelona, Dublín, Londres y Madrid, ganan con diferencia las ventajas si puedes trabajar en remoto. Los aspectos que debes tener en cuenta en función de tu negocio y acompañantes son: el tamaño y dispersión del mercado local y el dinamismo laboral.
*Perfil profesional en LinkedIn de Alejandro Cabrera.
*Textos: Ana Sánchez.
*Fotografías: Leopoldo H. Santana