Carolina Alonso y Raphaël Galant forman una pareja que lleva más de diez años teletrabajando. Ella nació en Las Palmas de Gran Canaria, es arquitecta y consultora energética. Él es belga, también arquitecto y pintor. Ambos se adelantaron muchos años a lo que hoy es una realidad incuestionable: el trabajo a distancia permite compaginar vida personal y profesional, sin límites ni barreras. Viven entre Bruselas y Gran Canaria, aunque planean alargar su estancia en la isla por mayor tiempo.
Carolina es autónoma, gestiona su empresa de consultoría de eficiencia energética (www.soluciones-cte.com) y colabora con proyectos españoles y extranjeros. Ha visitado numerosos países, desde Perú a India, México, Israel, Sri Lanka, varios en Europa. Ha vivido en Barcelona, Bruselas y ahora, gracias al teletrabajo, ha retornado finalmente a su Isla, recuperando contacto con familiares y amigos.
Raphaël también tiene su propia empresa, www.galantarchitectes.com. Y como Carolina, ya conoce medio mundo. Ha viajado a Madagascar, Tailandia, Marruecos, Timor, Brasil, México, Sri Lanka, India, Perú, Estados Unidos, toda Europa, Israel, Egipto…Trabaja normalmente en Bélgica, pero utiliza Internet para llegar a cualquier parte del mundo.
Cuéntennos por favor su historia, ¿de dónde son? ¿A qué se dedican? ¿Y cómo llegaron a Gran Canaria?
CAROLINA: Soy canaria, nací en Las Palmas de Gran Canaria. Viví aquí hasta que con veinte años me fui a terminar la carrera de arquitectura a Barcelona. Allí comencé a ejercer mi profesión, hasta que la crisis de 2008, que fue especialmente dura con el sector de la construcción, me empujó a salir fuera de España. Yo entonces ya mantenía una relación a distancia con Raphaël, así que el destino estaba claro: Bruselas.
En 2011 me instalé allí y me especialicé en la eficiencia energética de los edificios, un campo incipiente en España en aquel momento. Así que mi experiencia en Bélgica fue determinante para que me decidiera por esa especialidad. Creé mi empresa de consultoría energética y desde entonces hemos vivido a caballo entre Barcelona y Bruselas, sin olvidar las temporadas que pasábamos en las islas, sobre todo en los meses más duros del invierno.
Llevamos 10 años teletrabajando
El primer confinamiento nos cogió en El Cotillo, en Fuerteventura, y desde el primer minuto tuvimos claro que Canarias era el mejor sitio donde podíamos estar. Y desde entonces andamos por tierras canarias, alternando entre Gran Canaria y El Cotillo.
RAPHAËL: Somos pareja desde hace ya once años, y al ser Carolina canaria, con proyectos en Cataluña, y yo de Bruselas, vivimos a caballo entre varios sitios. Por eso hace diez años decidimos trabajar de forma virtual, hacerlo todo lo posible. El tiempo nos dio la razón y la Covid-19 ha sido un acelerador del proceso.
¿Por qué se animaron a venir a Gran Canaria?
CAROLINA: En nuestro caso, al ser yo de aquí, la opción de venir a la isla siempre había estado sobre la mesa. La pandemia nos ha dado el empuje que necesitábamos para dar el paso e instalarnos en Gran Canaria.
RAPHAËL: Vinimos por la familia, el sol, el bienvivir y por la tranquilidad de poder trabajar desde Internet.
El alojamiento, ¿de qué forma lo encontraron?
CAROLINA: A través de unos conocidos, alquilamos un apartamento en la zona de Las Canteras.
RAPHAËL: Sí, por una amiga.
¿Cómo es ahora su vida en la isla, un día normal?
CAROLINA: Trabajamos desde casa y aprovechamos cualquier oportunidad para lanzarnos a la playa, para hacer deporte, pasear o tomar el aire y recargar pilas. La ciudad ofrece muchas actividades al aire libre y una oferta gastronómica que crece sin cesar. Por otro lado, aquí tengo muchos amigos y familia. Estoy pudiendo disfrutar de ellos después de muchos años viviendo fuera.
RAPHAËL: De maravilla. Ya no me quiero mover.
¿Cuánto tiempo llevan en la isla? ¿Cuánto tiempo piensan quedarse?
CAROLINA: Esta vez hemos estado desde noviembre, y volveremos a Bruselas por una temporada, aunque con el objetivo de regresar a Gran Canaria.
RAPHAËL: No sabemos cuánto tiempo nos quedaremos, hemos dejado de hacer planes más allá de un mes. En estos momentos no sirve de nada hacer planes a largo plazo.
¿Qué es lo que más valoran de su vida en Gran Canaria? ¿Y en comparación con otros destinos?
CAROLINA: En mi opinión las bondades del clima canario no tienen rival en Europa. En los meses de invierno, es el mejor sitio donde estar si no quieres irte al otro lado del mundo para poder disfrutar de algunas horas de luz. Y esto combinado con el carácter de los grancanarios, siempre con una sonrisa, siempre dispuestos a ayudar, hacen que la experiencia sea maravillosa. Las Palmas de Gran Canaria es una ciudad de tamaño intermedio, con acceso a servicios e infraestructuras punteras, a la vez que conserva la calidad de vida y la fluidez en los desplazamientos.
RAPHAËL: Yo valoro la vida tranquila, gente buena, comida, sol y la playa.
¿Se relacionan con la comunidad de teletrabajadores de Canarias?
CAROLINA: Puntualmente, en cafés o en la playa, pero dada la situación actual de restricciones no hemos podido profundizar mucho. Pero nos hace mucha ilusión cuando encontramos personas que comparten nuestra forma de vida y nos cuentan sus experiencias. Nos ayuda a plantearnos nuevos horizontes, a constatar que no hay modelos fijos y que otras realidades también son posibles.
¿Qué ha significado el teletrabajo en sus vidas? Aspectos positivos y negativos
RAPHAËL: Solo positivos. Entre otras cosas, no tengo que aguantar atascos. Gestiono mi tiempo como quiero. Y de esa forma el trabajo no define mi estilo de vida.
CAROLINA: Para mí el teletrabajo es lo que me ha permitido conciliar mi vida personal con la vida profesional. Teniendo la familia en un sitio, la pareja en otro y el entorno laboral en un tercero, esta es la única forma vida que me ha permitido realizarme en todos los aspectos. En mi caso no puedo hablar de nada negativo, aunque si tuviera que señalar algo sería el aislamiento y falta de relación fisca con los compañeros o colaboradores.
Ahora gestiono mi tiempo como quiero
Ustedes llevan mucho tiempo teletrabajando, pero ¿de qué manera han visto cambiar su entorno laboral a raíz de la pandemia?
CAROLINA: La pandemia ha servido para normalizar el teletrabajo. Y para fluidificar las comunicaciones online. También las administraciones se han adaptado a la situación y ya no es necesario realizar ningún trámite presencialmente.
RAPHAËL: Llevamos unos diez años teletrabajando, por eso la pandemia no cambió nada para nosotros, en ese sentido, ya habíamos visto el futuro y funciona.
Cuando hablan con gente de fuera de la Isla, ¿qué cosas suelen destacar de Gran Canaria?
CAROLINA: Estamos encantados aquí y es lo que transmitimos. Además, basta con hacer una videollamada para que lo pueden ver por ellos mismos. ¡Son las islas afortunadas!
¿Qué traen o aportan perfiles como el vuestro a nuestro destino?
RAPHAËL: Yo espero aportar un punto de vista diferente, porque creo que la diversidad supone un enriquecimiento para todos.
CAROLINA: Sí, los teletrabajadores traen forzosamente una visión innovadora. Y ponen a Canarias en el mapa como un destino muy alejado del turismo de masas.
¿Qué les recomendarían a otro profesional que esté pensando empezar a trabajar a distancia? ¿Y si quisiera hacerlo desde Gran Canaria?
CAROLINA: Les diría que prueben a lanzarse, les diría que hay muchas formas de vivir la vida y que al lado del mar siempre se está mejor.
Gran Canaria es un destino ideal para teletrabajar, con buen clima, zona euro, misma franja horaria que facilita las comunicaciones, buenas conexiones a internet, vuelos frecuentes. ¡No hay destino mejor!
RAPHAËL: Yo le diría que sí funciona y que será FELIZ en Gran Canaria.
Edición: Ana Sánchez
Reportaje gráfico: Leopoldo H. Santana
*Todo sobre la comunidad de remoteworkers de la isla en Nomadcity.org