Michele Staiano trabaja como investigador académico en el área de Ingeniería Industrial de la ‘Università di Napoli Federico II’. En 2016 conoció Gran Canaria y estableció relación estrecha con compañeros de un proyecto entre su universidad y la ULPGC. Al llegar la pandemia y vivir el duro confinamiento de su país decidió trasladarse con su esposa durante un año a un lugar en el que se encuentran cómodos y seguros. Este especialista en estadística aplicada, entusiasta de los viajes, que ha visitado mil lugares en Europa, África y EE.UU., destaca el comportamiento sereno y la calidez de los grancanarios y el dinamismo de su capital.
Cuéntanos un poco tu historia Michele, ¿a qué te dedicas? ¿Cómo llegaste a Gran Canaria?
Soy del sur de Italia y estoy casado con Mariangela, con la que comparto la pasión por viajar, así que hemos disfrutado juntos de muchos viajes. Escogí la estadística aplicada como campo de trabajo, dentro de la ingeniería, y formo parte desde 2004 del equipo de investigadores académicos de la Universidad de Napoli Federico II, la Universidad Pública más antigua del mundo. Mis investigaciones se enfocan hacia la aplicación de estadísticas para el medio ambiente y la sostenibilidad. Y mi trabajo con los estudiantes se centra en capacitarlos en el ámbito de la ciencia de datos.
Desde 2016 mantengo estrecha colaboración con compañeros del Instituto Tecnológico de Canarias, a raíz de participar en un proyecto común, financiado por la Unión Europea (H2020 MAGIC, GA 689669 www.magic-nexus.eu). Hace cinco años visité por primera vez la isla para conocerlos, y desde entonces he vuelto varias veces por periodos cortos, de unos diez días, coincidiendo con el desarrollo del proyecto. Siempre he disfrutado del lugar y de la gente de Gran Canaria.
¿Por qué elegiste Gran Canaria para teletrabajar?
En agosto del año pasado vinimos a pasar las vacaciones de verano, aprovechando para ver a mis compañeros. Y cuando en Italia nos vimos obligados nuevamente a teletrabajar debido a la segunda ola de la pandemia decidimos instalarnos en la isla durante un año.
¿Cómo escogiste alojamiento y un lugar de trabajo?
Pudimos reservar nuestro alojamiento para los primeros días sin problema a través de una plataforma online, y luego ya buscamos un apartamento de alquiler a través de un agente inmobiliario en Las Palmas de Gran Canaria. Y elegí un espacio de coworking también en Internet, desde Italia.
En este aspecto me encontré con la ayuda y amabilidad del personal de GoCoworking, resolviéndome todas las dudas que tenía a la hora de nuestro traslado, y en el contexto de crisis sanitaria que se vivía en aquel momento.
¿Cómo es ahora tu vida en la Isla? ¿Cuánto tiempo tienes previsto vivir aquí?
Tanto mi esposa como yo estamos enormemente satisfechos con la vida que llevamos en Las Palmas de Gran Canaria. Disfrutamos del amplio abanico de posibilidades que ofrece la ciudad. Cosas como un paseo diario para estirar las piernas tras las largas horas sentados en el escritorio. O la calidez de los canarios que nos han demostrado su acogida en todo momento, ayudándonos en todo lo que hemos necesitado, o la oportunidad de practicar deporte en nuestro tiempo libre, en espacios abiertos cualquier día del año gracias al clima templado de la isla.
Ya llevamos unos ocho meses en Gran Canaria y el plan es quedarnos hasta que se reanude el trabajo presencial en mi Universidad.
¿Qué es lo que más valoran de vivir aquí?
La forma serena en que la gente suele interactuar. Y el enfoque de las tareas laborales que he tomado prestado de mis colegas locales, lo que supone estar comprometido al máximo, pero manteniendo la calma incluso con prisa. He adoptado como lema un escrito que se lee en una pared cercana al Paseo de Las Canteras: «¡Sin prisa, pero con ganas!».
¿Te relacionas con otros teletrabajadores?
Sí, me ha gustado mucho relacionarme con las personas con las que comparto momentos en GOcoworking, con ellos he podido practicar idiomas como el inglés y español. Ya me defiendo en lo necesario para la vida diaria, y así logro comprender mejor la cultura local, además de conocer otros mundos a través de los ojos de quienes también han decidido vivir esta experiencia en Gran Canaria.
Esta es una de las razones por las que me encanta viajar. Debo decir que ahora aprecio mucho más poder tener una charla cara a cara en la terraza de la azotea, durante un descanso. Es muchísimo mejor que horas de videoconferencia. También añado que desde que estoy aquí, mis compañeros en Italia notan que mi humor ha mejorado…
¿Qué ha significado el teletrabajo en tu vida? Aspectos positivos y negativos
El teletrabajo hace que se pierdan las interacciones personales como, por ejemplo, pasar un rato con los compañeros, algo que siempre ayuda a fortalecer la relación del equipo. Pero al mismo tiempo, este lanzamiento al teletrabajo me ha permitido dar un salto relativamente grande, estoy a 3.400 km de casa, en un lugar donde no solo he encontrado un buen clima, sino una oportunidad de poder compartir un café bajo el sol con nuevos colegas y amigos.
¿En qué medida es importante para ti el tamaño de la comunidad de teletrabajadores ya asentada en la isla?
Fue un incentivo para mí saber que existe una comunidad potente de trabajadores en remoto en Gran Canaria. Eso me ayudó a ver el cambio como una oportunidad. Es una suerte por la diversidad de sus orígenes, experiencias y motivaciones, es algo realmente inspirador.
Cuando hablas con gente de fuera de la isla, ¿qué cosas destacas de Gran Canaria?
Soy testigo de lo bueno que es vivir aquí desde las primeras veces que vine. Y suelo sugerir a muchos amigos que vengan a conocerla y experimenten por sí mismos.
Desafortunadamente, las restricciones de viajes internacionales que hay en algunos países todavía no favorecen que se hagan muchos planes en los últimos meses. A pesar de esto, me gusta insistir en que hay muchas oportunidades para mudarse aquí y el ambiente es fabuloso para establecerse, además de tener una burocracia más reducida y un sistema tributario más favorable.
¿Qué podrían aportar perfiles profesionales como el tuyo a nuestro destino?
Me gustaría resaltar la posibilidad de que personal de las universidades italianas se pueda trasladar a Gran Canaria por un tiempo, un semestre, por ejemplo. Es también una forma de favorecer la colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, una opción que actualmente está suspendida en casi toda Europa.
También es posible que alguien quiera tomarse un año sabático, aunque no es mi caso, yo estoy aquí trabajando en remoto, dando clases y examinando a los estudiantes italianos. Es importante saber trasladar a los superiores el mensaje de que se va a continuar con la labor profesional desde el destino elegido.
Para mí la oportunidad viene de la colaboración que mantenía de forma continua con el Instituto Tecnológico de Canarias, en el marco del proyecto que contaba antes. Cuando la situación sanitaria internacional vuelva a estar bajo control, volverán a ser más habituales y estructuradas las formas de colaboración en el ámbito académico, como por ejemplo las que todavía estoy desarrollando ahora con colegas de la ULPGC.
¿Qué le dirías a otro profesional que quiera trabajar a distancia? ¿Y si estuviera pensando hacerlo desde Gran Canaria?
¡Que adopte el teletrabajo como una nueva aventura y que no le defraudará!
Si lo que buscas es poner en equilibrio la vida personal y la vida laboral, estoy seguro que en Las Palmas de Gran Canaria encontrarás mil oportunidades, en una ciudad moderna y muy dinámica.
Definitivamente le recomendaría a cualquiera que venga a Gran Canaria.
*Más información sobre el trabajo de Michele Staiano
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Edición: Ana Sánchez
Reportaje gráfico: Leopoldo H. Santana
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