Isabel Torres lidera y gestiona la marca de moda y artesanía canaria, Afortunadas Islas Canarias, creada en 2014. La naturaleza es su inspiración y a través de ella consigue plasmar los paisajes más bonitos del Archipiélago en bolsos, camisetas y accesorios. Isabel es una enamorada de su tierra canaria y para ella es un orgullo diseñar accesorios útiles y respetuosos con el medio ambiente, a modo de souvenir. Hemos hablado con ella sobre artesanía, sobre valores y sobre sus aprendizajes como emprendedora.
Isabel Torres Quevedo, tras una carrera como especialista en Marketing y Comunicación, se decide lanzar al mercado una marca de moda llamada Afortunadas Islas Canarias. Isabel, ¿De dónde nace la pasión por crear cosas bonitas?
Realmente esa pasión siempre ha existido en mí. Soy observadora por naturaleza y continuamente voy recibiendo inspiración de todo lo que me rodea. Después de muchos años ideando campañas y conceptos para otros, llegó el momento de poner en marcha algo propio, en lo que creyera y que reflejara mi motivación: aunar lo bello, la calidad y el trabajo bien hecho en un objeto útil, respetuoso con el medio ambiente y que estuviera confeccionado en Canarias.
¿Cuál crees que ha sido el éxito de tus productos y, sobre todo, de tus bolsos?
La vida de una marca es una carrera de fondo, donde hay que apostar por valores como la calidad de los materiales y de la confección, la sostenibilidad y el trabajo local bien hecho, aunque esto pueda repercutir en su precio. Con estos elementos, crear un accesorio de moda bien diseñado y acabado que utiliza el paisaje isleño como recurso ha sido, sin lugar a dudas, muy apreciado entre los compradores, locales y extranjeros, que los utilizan como regalo o recuerdo de las islas.
La vida de una marca es una carrera de fondo
¿Cómo ha evolucionado la marca Afortunadas Islas Canarias desde su nacimiento hasta la actualidad?
Ha sido una evolución progresiva, que ha surgido de la adaptación del producto a la demanda del público. En un principio eran solo ‘pouches’ para llevar en la mano, se adaptaron para poderlos llevar como bandoleras o al hombro. Así, han ido apareciendo asas de todo tipo y materiales, en definitiva, accesorios que complementan el bolso. Además, la línea de productos se ha ampliado a otros tamaños, como el monedero, el neceser, la funda para el portátil o la bolsa de fin de semana.
También recibo encargos de particulares que necesitan un bolso especial para un evento y de algunas instituciones públicas como regalo vip para sus clientes.
Los clientes hablan de que tus productos están hechos con materiales de alta calidad, ¿nos cuentas qué recursos utilizas y dónde se producen las creaciones?
La marca apuesta por la sostenibilidad. Es lo que la ha inspirado desde sus inicios: estampar siempre con un sello de calidad. Todos los materiales son naturales, muchos de ellos orgánicos y los complementos, desde las cremalleras a los tiradores o las etiquetas, son siempre originales y de alta gama.
Me implico en todas las fases del proceso de producción. Y escojo de manera cuidadosa a los que participan en la manufactura de cada bolso. Hablamos desde el fotógrafo al que se solicita la imagen, a veces mis propias fotos, pasando por el taller que imprime la tela, a la costurera que la cose, o al proveedor que suministra la cremallera. Además, las producciones son siempre ajustadas a la demanda. Exceptuando la impresión, porque no he encontrado a quien lo haga en Canarias, y los materiales que hay que traerlos desde Península, todo el diseño y la confección se realiza en las Islas.
¿Con cuánta frecuencia lanzas una nueva colección? ¿Estás trabajando en el diseño de próximos soportes o productos?
Intento huir del loco ciclo de producción de la moda en el que cada estación se saca una nueva colección. Algo que es poco sostenible y agotador desde el punto de vista creativo. Pero cada año lanzo novedades, nuevos motivos que conviven con los motivos básicos de la marca y nuevos modelos de tamaños distintos.
Con respecto al futuro, estoy trabajando, y pronto lanzaré, una nueva línea de productos que entran dentro del concepto de la marca: objetos bellos, con materiales sostenibles, que incorporan tesoros artesanales de nuestra tierra y que convivirán con los bolsos y accesorios que tiene actualmente la marca.
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La marca Afortunadas Islas Canarias tiene muy claro el valor por el respeto al medio ambiente y la conciliación laboral. ¿Pero qué importancia cobran en tus productos esos valores de empresa?
Se trata de valores clave y del origen básico de la marca. No por moda o tendencia, que lo es ahora, sino por convicción. Desde sus inicios, el producto nació bajo esas premisas. Es muy triste encontrar recuerdos de las islas hechos en China cuando aquí tenemos una mano de obra tan cualificada que puede aportar todo su buen hacer y en condiciones de trabajo dignas. Por otro lado, el respeto al medio ambiente no es solo nuestro presente sino también nuestro futuro.
La tierra en la que vivimos es muy especial: el océano que nos rodea, los bosques de laurisilva, los barrancos, los malpaíses, las dunas… Son un tesoro que debemos cuidar, como ella nos cuida a nosotros y nos hace ser tal y como somos, con esa ‘canariedad’ que tanto nos identifica.
Hay muchas personas que no terminan de comprar artesanía porque la comparan con artículos industriales. ¿Cómo explicarías la importancia del producto artesanal?
Entiendo que la artesanía por precio no es competitiva con los productos industriales, fabricados en grandes cadenas de producción. Pero el producto hecho a mano, en cambio, es muy respetuoso con el medio ambiente, no se puede producir en grandes cantidades y por lo tanto no consume tantos recursos naturales.
Para valorar la artesanía tienes que cambiar tu punto de vista sobre cómo comprar. Y adquirir menos cosas, de mayor durabilidad y de más valor. Un valor que lo aporta sobre todo lo humano, ya que la artesanía refleja en los objetos toda la tradición, toda esa historia transmitida de padres a hijos. Es lo que nos diferencia del resto del mundo y define nuestra identidad y convierte estos objetos en únicos y especiales. Son técnicas muy nuestras que hay que apoyar para que no se pierdan, para que se puedan transmitir a próximas generaciones y que sigan siendo una forma de vida para muchos trabajadores artesanos.
Para valorar la artesanía tienes que cambiar tu punto de vista sobre cómo comprar
En su momento, renunciaste a un empleo por cuenta ajena para lanzarte al mundo del emprendimiento y del autónomo. ¿Cómo fueron los inicios? ¿Te has arrepentido en algún momento?
Ha sido un proceso lógico y largo, de muchas etapas. Después de trabajar en varias empresas en distintos puestos de responsabilidad, llegó el momento de crear mi propia empresa de comunicación, con otras socias. Para ello, como administradora de la sociedad limitada, tuve que hacerme autónoma. Después de más de 15 años como empresaria, liquidamos la empresa y yo continué con la marca que había creado. Se trataba de creer en una idea, apostar por ella y aplicar todos los conocimientos adquiridos en mis años de experiencia profesional, para ponerla en marcha. Además, había recursos económicos propios, un buen equipo y muchas ganas.
Tengo que decir que ha sido un viaje apasionante, en el que he conocido una faceta humana muy distinta a la que estaba acostumbrada. No me puedo arrepentir. El viaje es parte de mi historia y a pesar de las incertidumbres que da el hecho de no contar con un ingreso fijo, ni tener una empresa detrás que te apoye, y a pesar de un sistema fiscal que para nada incentiva el emprendimiento, a pesar de todo eso, mi autonomía y libertad, en este momento, es algo que valoro mucho.
¿Cómo es un día de trabajo en Afortunadas? ¿Te dedicas a tiempo completo o lo combinas con otros oficios o ingresos?
Pues realmente es mi actividad principal. Al principio lo combiné con asesorías de comunicación, pero pasó a ser una tarea exclusiva. Como realizo todas las labores, las de diseño, producción, comunicación y distribución, pues estoy siempre ocupada. Y siempre pensando en innovar y en estar al día.
La participación en eventos y ferias como Gran Canaria Moda Cálida o FITUR brinda un fantástico escaparate de promoción de marca. ¿Cómo han sido estas experiencias? ¿En qué otras ferias has llegado a participar?
Toda actividad promocional de calidad que de a conocer la marca es bienvenida. Y son lugares de encuentro con otros diseñadores y emprendedores, en los que sales del aislamiento que supone la creación en solitario y compartes experiencias. También considero que hay que salir de las islas. Con la asistencia a ferias podemos acercarnos a otros mercados como el peninsular o el internacional, y además las instituciones publicas apoyan con sus ayudas.
De emprendedora a empresaria, ¿qué consejos podrías dar a los lectores que se quieran animar a crear un negocio artesanal? ¿Qué tienen que tener en cuenta?
Lo principal, tener una buena idea y que pueda ser rentable. Luego por supuesto recursos económicos para los costes iniciales del proceso y la formación necesaria para lidiar con los presupuestos y la gestión del negocio. Más que consejos se trata de requisitos indispensables para que cualquier negocio pueda salir adelante.
Por último, ¿cómo describirían qué es sentirse Afortunadas por nacer, vivir y crecer en Gran Canaria, en Canarias?
Canarias es un lugar mágico con gentes muy especiales y un paisaje y clima excepcionales. Ser canaria es un orgullo del que no somos muy conscientes y que incluso se descuida. Es un privilegio del que disfruto día a día. Pero, por otro lado, tengo además un sentimiento real de abandono que supone estar tan lejos de la Península que en muchos casos nos aísla y no hace invisibles hacia el resto de España.
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**Afortunadas Shop en Gran Canaria Moda Cálida
Edición: Elena Castellano
Reportaje fotográfico: Bea Rivero