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Frank Rodríguez: «El astroturismo impulsa la conciencia medioambiental y el desarrollo de nuestras zonas rurales»

Frank Rodríguez Ramírez es una de las figuras de referencia en el campo del astroturismo en Gran Canaria. Divulgador, emprendedor y consultor en diferentes proyectos de impulso de la actividad turística en torno a la observación de estrellas, Frank es profesor de astronomía y gerente de ‘AstroEduca’, empresa de divulgación, de venta de material óptico y turismo astronómico en Canarias.

 
Llevas años dedicado a la divulgación del ‘turismo de estrellas’, pero ¿cómo nace AstroEduca? ¿Cuándo empiezas a interesarte por la astronomía?

No sabría a ciencia cierta cuál fue el comienzo exacto de esta andadura. Fue forjándose desde pequeño. Siempre estuvo ahí, en fase latente, hasta que un día sin darte cuenta estás metido de lleno. Pero siempre tuve interés por el cielo y las estrellas, por todo lo relacionado con el espacio y la aeronáutica.

De niño me atraían mucho las películas de ciencia ficción como Star Wars, Galáctica, todo lo que tuviera que ver con cohetes y misiones espaciales. O la serie Cosmos, de Carl Sagan. También tuve la suerte de nacer y vivir parte de mi infancia en Cueva Grande, un barrio cumbrero de la Vega de San Mateo, donde la ausencia de contaminación lumínica me hizo descubrir un cielo lleno de estrellas. Y eso, sin saberlo, marcó mi pasión por esta ciencia.

 

¿Cuándo comienzas a pensar en dedicarte a la astronomía como profesión?

El punto de inflexión fue el día en que mis padres me regalaron un telescopio, siendo estudiante de Secundaria. Llevaba años observando el cielo, a simple vista o con prismáticos, pero contar con ese instrumento avanzado me permitió ver cráteres lunares, los anillos de Saturno, los satélites de Júpiter, nebulosas y galaxias brillantes. Y sobre todo, pude enseñar todo aquello a los demás. Me encantaba hacer partícipe a la familia y los amigos de lo que observaba noche tras noche a través del ocular.

En 1995 me inscribí en la Asociación de Astronomía de la isla, donde descubrí la astrofotografía, una de mis pasiones, al tiempo que colaboraba con labores divulgativas de la asociación. Por aquel entonces empezaba a popularizarse Internet y creé una página personal con el nombre de AstroEduca, donde mostraba mis trabajos de investigación amateur, en campo de meteoros y cometas, con astrofotografías. También escribía efemérides astronómicas, para la comunidad astronómica de habla hispana que comenzaba a extenderse por listas de correos temáticas y canales de chat IRC.

Al tiempo que estudiaba magisterio, dirigía y presentaba en Radio Tinamar un programa sobre astronomía que estuvo en antena casi una década, llamado ‘Año Luz’. E impartía charlas en colegios de la zona, de forma altruista.

Por ese entonces los primeros extranjeros comenzaron a contactar para que los acompañara a ver el cielo a la cumbre. Aún nadie hablaba de “turismo astronómico”, pero recibía cada vez más solicitudes a través de la Web. En ese momento llegó mi primer contrato como monitor de astronomía, para la empresa Vivac Aventura, en el campamento El Garañón, donde sigo enseñando a día de hoy.

 
 

 
 

Al finalizar mis estudios de magisterio estuve varios años como docente en centros concertados y públicos de Gran Canaria, compaginado en la medida de lo posible mi trabajo con las actividades astronómicas, que iban in crescendo. Hasta que un día tomé la decisión de abandonar la docencia y dedicarme plenamente a la divulgación astronómica y al astroturismo, a través de AstroEduca.

Unos meses después me contactan desde Meliá Tamarindos. Habían inaugurado un observatorio astronómico en el jardín del hotel, para dinamizar las actividades para sus huéspedes. Esa colaboración supuso un pilar importante en lo que es hoy AstroEduca. Nos permitió seguir creciendo y arriesgando en este complicado mundillo. En la actualidad el observatorio del hotel Meliá Tamarindos se ha convertido en un referente en la zona sur de la isla, siendo uno de los observatorios pioneros a nivel astroturístico de toda España.

 

Habrá gente del sector que no sepa que el hotel Meliá Tamarindos cuenta con un observatorio didáctico. ¿Cómo organizas la actividad allí?

Como contaba antes, Meliá Tamarindos fue pionero a nivel nacional en turismo astronómico. Este año se cumplen 17 años desde que instalaron un observatorio astronómico en el jardín, con una cúpula de 3 metros. Desde entonces y de manera ininterrumpida realizamos 4 sesiones didácticas por semana, gratuitas para los huéspedes. Es la “actividad estrella” del hotel y siempre hay lista de espera para asistir a las sesiones. Desde el principio confiaron en AstroEduca para dinamizar las actividades de su observatorio, y por eso el hotel casi se ha convertido en nuestra segunda casa.

Meliá Tamarindos fue pionero en astroturismo

Las actividades comienzan con una interpretación visual del cielo, explicando la localización de las constelaciones, o cómo localizar la Estrella Polar y los principales planetas visibles. Ofrecemos conceptos básicos de mecánica celeste, para interpretar los cambios del cielo. Y posteriormente accedemos a la cúpula donde mostramos los principales objetos, con un telescopio avanzado.

El observatorio es un recurso de gran calidad cultural y un elemento diferenciador del hotel. Y un ejemplo que muestra que podemos desarrollar este tipo de ocio nocturno en cualquier lugar, independientemente de las condiciones ambientales, en este caso en plena zona turística del sur de la isla.

 

Corrígenos por favor si nos equivocamos. El ‘turismo astronómico’ llega a interesar a dos grupos de usuarios. Los ‘perseguidores de estrellas’, que viajan por el mundo para encontrar un momento de observación particular. Y el grupo mayor, personas que disfrutan del astroturismo como un añadido en unas vacaciones convencionales.

Sí, efectivamente podríamos englobar al astroturista en esos dos grupos principales. Tenemos ese primer grupo con aficionados medios o avanzados, y con astrofotógrafos con buen nivel de conocimientos. Este grupo busca cielos excelentes y fenómenos astronómicos destacados desde un determinado lugar.

Y luego un segundo grupo; los astroturistas casuales, sin conocimiento astronómico previo o conocimientos muy básicos, que desean disfrutar de una experiencia diferente, algo que normalmente no puede realizar en su lugar de residencia, o no en las mismas condiciones que aquí en Gran Canaria. Ese tipo de observador es alguien que simplemente descubre la actividad al llegar a la isla y decide probar.

 

En el 2º caso, entre los turistas que llegan por curiosidad, ¿cómo conviertes la experiencia en algo accesible? Aunque la astronomía tenga ese componente de fascinación, de medidas inabarcables, no es sencillo enseñar ciencia.

La pasión y la forma de transmitir los contenidos es muy importante para llegar al destinatario final. En AstroEduca hemos reunido a un grupo de profesionales que se emocionan con su trabajo; Antón Fernández, Aday Gil, Pedro Pérez, Jose María Saavedra, Rosa Santana y Victor Manchado, ellos son nuestros pilares principales. Si no creamos una conexión especial con el cliente, pues difícilmente podremos ofrecer una experiencia gratificante. Creo que nosotros sí lo conseguimos y ese es nuestro principal valor.

 
 

 
 

La mayoría de grupos que atendemos son muy hetereogéneos en cuanto al nivel de conocimientos, de edades o incluso de idiomas. Por eso desde el principio debes contagiarles tu entusiasmo, tu amor por lo que haces. Y para eso hay que adaptar los contenidos y hacerlos atractivos para todos. Una vez han conectado contigo, puedes llevarlos de la mano a cualquier estrella, galaxia o planeta. Por otro lado, es importante temporalizar bien las actividades y el ritmo de las mismas, intercalando partes más teóricas con prácticas y observacionales, que son más atractivas.

 

¿Qué condiciones necesita un destino para preservar la observación de estrellas?

Además de las condiciones meteorológicas obvias, como son cielos despejados y una atmósfera estable, la oscuridad de cielo es fundamental. La contaminación lumínica es un gran impedimiento para poder disfrutar plenamente de un cielo estrellado.

Con ello no quiero decir que tengamos que vivir a oscuras, pero sí deberíamos iluminar de manera eficiente, con iluminarias adaptadas que no proyecten luz hacia el cielo, y con bombillas adecuadas. Las nuevas luces Led de color blanco, que tanto se han popularizado y se están colocando por muchos lugares de nuestra isla, están deteriorando aún más el entorno para la práctica astronómica. Desgraciadamente, Gran Canaria tiene un nivel alto de contaminación lumínica. Esa es una de las principales asignaturas pendientes.

 
 

 
 

En el caso de Gran Canaria, ¿qué ventajas conlleva haber logrado la certificación de ‘Destino Starlight’?

La certificación Destino StarLight distingue a un territorio por tener cielos adecuados para una determinada práctica astronómica. En el caso de Gran Canaria, para el astroturismo e interpretación del cielo nocturno como recurso.

Disponer de este sello de calidad nos sitúa en el mapa internacional de lugares optimizados para disfrutar de las estrellas. Y en ese sentido, gracias al trabajo del Cabildo de Gran Canaria y del Patronato de Turismo, ya se ha notado un importante incremento en el número de visitantes que llegan buscando nuestro celaje. El cielo como recurso atrae turismo de calidad, viajeros que buscan un nivel experiencial alto. Favorece el desarrollo económico de las zonas rurales y hace crecer nuestra conciencia por preservar el medio ambiente.

Es un sello que hay que cuidar y mimar. La consecución es solo el comienzo de un largo camino en el que necesitaremos potenciar campañas a favor del astroturismo, habrá que trabajar para reducir los niveles de contaminación lumínica y habrá que dotar a la isla de infraestructuras para favorecer esta práctica, entre residentes y foráneos.

Debemos cuidar y mimar el sello Starlight

 

Fuiste docente del programa para monitores de astroturismo de Fundación Starlight. Tras esa convocatoria la isla cuenta con buen número de profesionales con certificación Starlight, un paso importante para profesionalizar la actividad.

Sí, lo es, porque una buena formación es imprescindible, es importante que los principales actores en contacto con los turistas tengan la formación adecuada para poner en valor este recurso. Como profesor del primer curso de monitores StarLight en Gran Canaria me sorprendió mucho la diversidad de los participantes. Desde empresas del sector, a guías turísticos, diseñadores, responsables públicos, gerentes de hoteles y casas vacacionales o emprendedores del sector del ocio y tiempo libre.

La astronomía es una disciplina en continua evolución y requiere formación constante. Y renovación regular de estas certificaciones, para ofrecer al astroturista los contenidos adecuados y la mejor experiencia.

 
 

Los viajeros expertos, aficionados al stargazing, ¿qué esperan de un guía especializado? ¿Sólo alguien que acompañe a las localizaciones?

El especialista normalmente suele ser autónomo, ya que viaja con su propio material observacional y de antemano ha estudiado los principales lugares para observar el cielo. En este sentido, y a nivel general, sólo demandan asesoramiento técnico para conocer sitios diferentes, que tengan algo diferenciador.

Desde AstroEduca hemos incorporado recursos para captar este tipo de cliente más especializado. Recursos como por ejemplo la instalación de observatorios amateurs con material avanzado, que los turistas no pueden desplazar desde sus lugares de origen, por volumen o por coste. Es el caso del Centro Astronómico Roque Saucillo (CARS) en colaboración con el Ayuntamiento de la Vega de San Mateo, situado en la Escuela Municipal de Música. O como un nuevo proyecto del Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás, en el que hemos colaborado, de diseño y puesta en marcha del Observatorio Astronómico de Tasartico, primera infraestructura de este tipo dentro del territorio del Destino StarLight.

Y así de esa forma los astroturistas avanzados pueden disponer in situ de equipos acorde a sus necesidades, o bien disponer de materiales a los que normalmente no tienen acceso. Y todo unido a un cielo excelente.

 
 

No queremos dejar de preguntarte por el trabajo de consultoría que haces para Cabildo de Gran Canaria en torno a los miradores de estrellas de Degollada de las Yeguas y de las Cañaditas. ¿En qué consiste el proyecto?

El proyecto es apasionante y muy ilusionante. Consiste en optimizar miradores seleccionados por toda la isla, de gran interés paisajístico, que a su vez reúnan condiciones adecuadas para observar el cielo. Condiciones como la baja incidencia de contaminación lumínica, o como un alto número de noches despejadas al año, y que sean además accesibles para todos.

Dotar a la isla de este tipo de infraestructuras, e interconectarlas creando una red de miradores astronómicos, es fundamental para el desarrollo del astroturismo. Los miradores incorporarán recursos que favorecerán la interpretación del cielo, como paneles divulgativos tematizados y planisferios. O como mapas celestes con los que poder interactuar. Este tipo de miradores, además de dinamizar el territorio y favorecer el ecoturismo, ayudan a preservar y poner en valor su entorno.

 
 

 
 
 
¿En qué municipios podría haber mayor desarrollo de astroturismo en próximos años?

Los principales municipios serían aquellos situados en la zona de medianías y zonas alta de la isla, con menor incidencia de contaminación lumínica: como Tejeda, Artenara, La Vega de San Mateo, zona alta de San Bartolomé de Tirajana, Montañas de Mogán, La Aldea de San Nicolás …. Pero realmente cualquier lugar con unas mínimas condiciones observacionales puede adentrarse en el astroturismo. De hecho, existen por toda España observatorios urbanos que realizan excelentes trabajos de divulgación astronómica, también en grandes ciudades. Sólo hay que saber adaptar el recurso al tipo de cielo.

 

En el portfolio de Astroeduca incluyen una actividad divertida, que mezcla senderismo y observación de estrellas. ¿Podrías contarnos un poco más?

Es una de las experiencias más espectaculares que ofrecemos. Caminar de noche bajo las estrellas es una sensación inolvidable, y observar el cielo estrellado desde lugares poco accesibles, que en condiciones normales no visitaríamos de noche, hacen este tipo de actividades aún más especiales. Ver las estrellas desde el Roque Nublo o desde la base del Bentaiga, junto a la Ventana del Nublo, bordeando la Cuenca de Tejeda o caminando descalzos por las Dunas de Maspalomas, son experiencias irrepetibles.

Se trata de un senderismo interpretado, en el que vamos explicando el cielo durante la ruta, haciendo varias paradas técnicas. Al final, en el punto de llegada, montamos varios telescopios avanzados y realizamos un tour por los principales objetos visibles en el cielo, un colofón espectacular para una actividad increíble.

 

El éxito de la candidatura de Risco Caído como Patrimonio de la Humanidad, ¿consolidará Gran Canaria como destino de turismo de estrellas?

Los antiguos pobladores de la isla miraban al cielo, supieron interpretar los cambios celestes y aplicarlos a su cultura. Gran Canaria no sólo es un destino para observar el cielo, es uno de los destinos arqueoastronómicos más importantes a nivel mundial y tenemos un potencial increíble en este sentido. Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria junto al Destino Starlight se complementan para crear un recurso único de gran calidad y diferenciador.

 
 

 
 

De los destinos que visitaste para mirar estrellas, ¿cuál te llamó más la atención? ¿Qué recursos y elementos copiarías para Gran Canaria?

Sí, en los últimos 25 años viajé por todo el mundo como cazador de eclipses. Eso me permitió observar las estrellas desde lugares increíbles, desde puntos remotos como la península de Cairns en Australia, o el atolón Tatakoto en el océano Pacífico, o la Isla de Pascua, el Lago Turkana, la sabana africana, el desierto de Atacama o el Gobi… Son experiencias imborrables con cielos extremadamente oscuros. Cada lugar ha sido mágico y marcado por su propia vivencia.

Quizás uno de los lugares más interesantes por las connotaciones astroturísticas fue mi visita a Chile este año, con motivo del eclipse total de Sol del pasado 2 de julio. La zona de observación coincidió con el Valle del Elqui y la Serena, el área de Chile donde se ha potenciado el astroturismo de manera masiva, en la región donde están instalados los mayores telescopios del Hemisferio Sur. El astroturismo se ha convertido allí en eje vertebral. Es el principal dinamizador y reclamo turístico de la región, en torno al cual desarrollan el resto de ofertas. Complementando y sumando más valor a la oferta turística ya existente.

La carretera que separa la Serena del Valle se ha denominado La Ruta de Estrellas. A lo largo de unos 80 km. la carretera del interior está señalizada con la ubicación de decenas de miradores y centros astronómicos. En torno al municipio de Vicuña, el principal núcleo poblacional del Elqui, se ha creado un importante tejido empresarial en torno al turismo de estrellas, con decenas de empresas especializadas y comercios tematizados, como restaurantes, hoteles rurales, agencias de turismo e incluso una radio local denominada ‘Radio Astronómica’.

Los encuentros astronómicos ayudarán a consolidar nuestro destino

En Gran Canaria hemos comenzado a dar los primeros pasos en este sentido y se está siguiendo el camino adecuado. Tras obtener la certificación StarLight y realizar la formación de monitores especializados, se ha empezado a crear la Red Insular de Miradores Astronómicos, estratégicamente seleccionados, que ayudarán a generar tejido empresarial y sinergias en torno al astroturismo.

De manera prioritaria se debería ordenar y regular el alumbrado público dentro del área del destino. Y zonas de apantallamiento para minimizar la incidencia de contaminación lumínica, para poder tener un recurso de calidad. Es preocupante el nivel de contaminación existente en muchos puntos. La creación de eventos y encuentros astronómicos anuales esperamos que también ayuden a dar a conocer y consolidar el destino.

 
 

 
 

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*Reportaje gráfico: Arcadio Suárez + fotos cedidas por AstroEduca