Manuel Gruñeiro Rubin es Director de Expansión de la cadena BeCordial Hotels & Resorts. De amplia trayectoria en el sector turístico de las islas, Manuel cuenta con experiencia trabajando en diferentes ámbitos del turismo; desde empresas de turoperación, a empresas de servicios de catering, de servicios de animación o en cadenas hoteleras.
La figura de un Director de Expansión, ¿por qué es importante para un empresa hotelera? ¿Se enfoca sólo en el desarrollo de nuevas oportunidades de negocio?
Hace unos años la figura del Director de Expansión estaba muy ligada a grandes compañías. Pero de un tiempo a esta parte hay mayor número de empresas que a la hora de crecer se plantean contratar especialistas en el área de expansión y crecimiento. El Director General de nuestra cadena fue de hecho el que abrió un poco la brecha en este campo. Con esa intención me contrataron. Yo llevaba ya bastantes años trabajando en planes de expansión de compañías turísticas y me fui especializando en esos casos.
Antiguamente el crecimiento de una compañía del sector turístico venía dado por la compra de activos hoteleros. Pero ahora, a raíz de los cambios en los modelos de gestión y negocio, se plantean nuevas situaciones. Y a partir de aquí se incorpora al sector hotelero esta figura, del director de expansión. Ayudamos a una empresa pequeña a convertirse en una empresa mediana. E incluso, en una grande.
En nuestro caso, en BeCordial, además de crecer en número de establecimientos, el cambio llegó porque íbamos a internacionalizar la compañía y queríamos posicionarnos en la Península. Y ahora estamos con proyectos en Cabo Verde, en Marruecos, República Dominicana, Gambia…
Pero la figura del Director de Expansión no sólo busca nuevas oportunidades de negocio. También se encarga de la implantación de los nuevos establecimientos, coordinando los departamentos corporativos de la compañía, para que el plan de negocio y el asentamiento sea mucho más rápido.
Su empresa continúa su expansión y desde este año gestiona el nuevo BeCordial Roca Negra, una buena noticia para el desarrollo turístico del norte de la isla.
Sí, el Roca Negra es un hotel que incorpora la compañía en el modelo de gestión. Un tercero, un inversor, es quién compra. Y nosotros, en BeCordial Hotels & Resorts, nos encargamos de gestionarlo, lo que nos lleva a que podamos crecer más rápido. El nuevo establecimiento es un mix de hotel de playa y de hotel wellness. Es una apuesta que hemos hecho porque creemos que la diferenciación es enriquecedora para una marca turística.
Estamos muy ilusionados, porque el Roca Negra es un hotel diferente del clásico hotel ‘sol y playa’, en el que prácticamente con la playa y la piscina puedes conseguir hasta un 80% de satisfacción de los clientes. Aquí en cambio, debemos hacer un trabajo más minucioso.
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Nuestra idea para el Roca Negra se fundamenta en tres aspectos principales. Por un lado, su ubicación: es un hotel que mira al mar. Un hotel desde el que se ve la isla de Tenerife, con vistas espectaculares. El segundo aspecto, el spa del establecimiento. Un spa pequeño, pero un atractivo para ese segmento del wellness y vida saludable que tan de moda está ahora, que tanto demandan los clientes. Y un tercer aspecto, es la gastronomía. Un hotel como éste tiene que hacer una clara apuesta por la gastronomía.
Para nosotros ha sido un reto, pero estamos muy contentos. Y para el año que viene ya tenemos firmada la apertura de un nuevo hotel boutique en la zona Triana de Las Palmas de Gran Canaria. Irrumpimos en el sector del hotel urbano y tenemos muchas ganas.
En el Roca Negra apostamos claramente por la gastronomía
El Norte de la isla está impulsando fuerte su reactivación turística. ¿Qué modelo cree se ajusta mejor a esa parte del territorio?
El modelo del norte, y esto es una opinión personal, parte del atractivo de la propia zona como destino: por un lado por su atractivo natural y por otro, por la gastronomía. Agaete tiene un interés gastronómico claro: por su puerto, por el café… Y es un destino activo desde hace años, especialmente entre visitantes nórdicos y alemanes.
El cliente de ‘sol y playa’ ahora pide algo más, diferente. Y el norte tiene ese potencial.
Veo un modelo que apuesta por lo gastronómico, por la salud, integrado en el entorno, con convivencia con los habitantes de los pueblos..
El cliente de ‘sol y playa’ pide algo más, diferente
Damos un salto al sur de la isla, a la zona estrictamente turística. Mogán va ganando posicionamiento como nodo de eventos deportivos. Eventos que impulsa su Ayuntamiento, entre otras administraciones. Y que apoyan marcas como BeCordial Hotels & Resorts. ¿Mogán puede convertirse en nuestro ‘Gran Resort del Deporte’?
En ‘turismo deportivo’ hay destinos muy consolidados. Aquí en cambio lo que parece que está funcionando bien es el destino especializado en eventos deportivos. Y eso realmente es algo diferente al turismo deportivo. La Administración, las empresas locales y los establecimientos coparticipan en la celebración de eventos, sobre todo de Triatlón.
No cabe duda que por la climatología, por la situación geográfica del destino y por los desniveles, Gran Canaria es un buen lugar para entrenamientos y pruebas deportivas. Pero de momento, hasta que no se de el paso de preparar establecimientos muy enfocados al deporte, en Gran Canaria no podremos hablar de ‘turismo deportivo’, puramente. Sí ofrecemos un mix deporte y sol y playa. Y también turismo de eventos deportivos.
¿Gran Canaria necesitaría entonces desarrollar resorts tematizados como ‘Playitas’ o ‘La Santa Sport’?
Por el momento, tenemos turismo de eventos deportivos y un mix de deporte con sol y playa. Para conseguir convertirnos en un destino de turismo deportivo sería necesario contar con establecimientos muy enfocados, específicamente equipados para la práctica del deporte, con instalaciones deportivas completísimas: incluyendo gimnasios, piscinas, campos de golf, zonas de bicicletas, etc.. Con actividades todos los días, con monitores en carretera, footing… Una oferta completa de servicios muy especializados.
Ya han habido varios proyectos en la isla, que por el momento no han salido adelante. Hace falta un hotel muy específico y bien dotado con esa infraestructura. Esa gran inversión a su vez te lleva a que sea necesario un mix: debes tener las instalaciones, pero también necesitarás servicios que den cobertura al resto de visitantes, a los acompañantes.
Querríamos preguntarle por Gran Canaria como destino. ¿Cuáles son nuestras principales fortalezas?
Gran Canaria es una isla con un tamaño muy correcto, no resulta demasiado grande ni demasiado pequeña para el visitante. Tiene un atractivo geográfico importante: cuenta con una zona montañosa, que brinda un complemento maravilloso a la playa y ofrece variedad de paisajes.
Pero además, gracias a ese macizo montañoso se frenan los vientos alisios y esto propicia que el sur de Gran Canaria tenga un clima fantástico. Esto nos diferencia de otros destinos. Tenemos un clima realmente privilegiado. Por otro lado, estamos dentro de la estructura de la Unión Europea, lo que nos da seguridad y también contamos con un sistema sanitario muy importante, muy bien valorado por los turistas.
Y luego, por supuesto, tenemos la calidad de sus gentes: la bondad y hospitalidad del grancanario, enriquecido con la sociedad cosmopolita que tiene, es una sociedad mucho más abierta que en otras islas. Yo, que vengo de fuera, como madrileño, lo veo claramente. Ocurre como en Madrid; al tener habitantes e influencias de muchos lugares, esto hace que la cultura se enriquezca, que seamos más abiertos. Y eso es un atractivo muy importante.
Esta es una sociedad abierta, cosmopolita
¿Y qué cabría mejorar en estos años de bonanza?
Aquí, en Gran Canaria, si no apostamos por la calidad del servicio, estaremos perdidos cuando vuelva a bajar la marea. Porque no podremos competir en precios con alguno de nuestros competidores, como Marruecos o Túnez. Básicamente por los costes salariales. Así que tenemos que ser competitivos donde sí podemos llegar a serlo: a través de la renovación, de la formación de los empleados, ofertando un buen servicio. Nosotros, en BeCordial Hotels & Resorts, destinamos un 3-4% de los ingresos de los establecimientos a reinvertir en mejoras en el hotel. Eso es lo que tenemos que hacer. Si el cliente recibe un buen servicio, estará dispuesto a pagar buen precio.
Un tema que me preocupa es la infraestructura de playas, donde estamos muy dejados. Los accesos, avenidas, las duchas y servicios de las playas, las hamacas y chiringuitos de algunas zonas turísticas están abandonados. Es necesario que los cuidemos. Es una asignatura pendiente, algo que otros destinos sí están haciendo muy bien. El hotelero está cumpliendo con su parte, pero la renovación no sólo es necesaria en los alojamientos. Hay zonas que están actualizadas, pero luego hay otras que estamos descuidando, y eso lo ve y lo vive el turismo.
*Visite la web de BeCordial Hotels & Resorts
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**Reportaje fotográfico: Bea Rivero