Esther Pérez Verdú es tecnóloga, informática especializada en comunicación digital y apasionada de la web 2.0. Elena Oliva es una profesional 360, productora de eventos y de acciones y campañas. Juntas organizan Woman Canarias, el evento que desde 2016 da a conocer mujeres que pueden considerarse casos de éxito en la sociedad. Un encuentro que busca igualar el papel de la mujer en el entorno profesional y social. Tras la celebración de su última edición, tematizada alrededor del turismo, hablamos con ellas de tecnología, de turismo y, por supuesto, de mujeres.
Como dinamizadoras del tejido empresarial y tecnológico en Gran Canaria, ¿cuáles son los cambios más potentes con los que resumirían los últimos 10 años?
Esther Pérez Verdú: El cambio más grande que hemos vivido en los últimos 10 años es claramente Internet. Internet ha hecho que cambiemos absolutamente todo: desde la forma en que hacemos negocio hasta la forma en que vivimos el turismo. Antes por ejemplo, como dinamizadoras, echábamos de menos que se organizaran más eventos en las islas, había que irse a Madrid o Barcelona o incluso fuera del territorio español para estar al día e ir a congresos y eventos interesantes. Y ahora resulta que todas las semanas tenemos algún evento interesante en Gran Canaria.
La profesionalización también ha evolucionado: tenemos más recursos para formarnos y más posibilidades de encontrar nichos de negocio, además de más posibilidades de encontrar colaboradores. Internet ha traído muchísimos cambios, entre ellos la manera de trabajar y la forma de conformar el tejido empresarial.
Elena Oliva: En paralelo al tema de Internet va el tema de la comunicación. Todo ha cambiado gracias a Internet y por eso la comunicación ahora es diferente. Las empresas también han cambiado su forma de comunicarse con las personas, con sus clientes. Ya no es una comunicación unidireccional, ahora los consumidores tenemos voz y voto.
El evento Woman Canarias lleva dos ediciones, desde 2016. ¿Cuál fue el impulso inicial para organizarlo?
Elena: Esther y yo nos conocíamos desde hacía años ‘por redes’, virtualmente. Yo llevaba varios eventos organizados en Tenerife y Esther, a su vez, en Gran Canaria. Vine a un evento a Gran Canaria y a la salida, entre varias estuvimos comentando la idea de organizar un evento enfocado en el papel de la mujer, aunque todo quedó un poco en el aire. Pero a mí no se me fue la idea de la cabeza. Así que, pasado un tiempo, contacté a la principal promotora de eventos tecnológicos y empresariales de la isla, Esther, y me hizo caso.
La idea del Woman Canarias surgió porque como usuarias de eventos nos cansaba ver que, al mirar a la palestra, siempre hubiera hombres, mientras nosotras hemos trabajado día a día viendo a mujeres muy fuertes que nunca estaban ahí hablando. La idea era empoderar a esas mujeres que nunca habían sido invitadas hasta ahora, por desidia, básicamente. Porque no hay tiempo, o no apetece o porque es más fácil llamar a los que siempre están delante.
Nos cansaba no ver mujeres salir a la palestra
Muchos sectores han restringido tradicionalmente los puestos directivos para los hombres. ¿En ese nivel ven cambios hacia la igualdad?
Elena: Los cambios en el entorno laboral de la mujer existen. Desde hace dos o tres años estamos viendo un motor muy fuerte que empieza a arrancar. Espero que ese motor no se apague, porque ahora está en boca de todo el mundo, y algunos cambios sí hay. Lo importante es que los interioricemos y sigamos adelante.
Esther: Pero para lo que necesitamos, el tema sigue muy parado. Hay gente que se está dando cuenta ahora de la desigualdad, pero no ve el cambio como necesidad, seguramente por una cuestión de inercia. A la mujer le queda muchísimo todavía para estar al mismo nivel profesional que los hombres. Y no porque no podamos, por supuesto, sino porque no nos dejan.
Hay pocas mujeres en puestos de decisión
Lo más grave es el sector privado: los datos de desigualdad profesional están a la orden del día. Hay muy pocas empresas con planes de igualdad y las que los tienen los tienen de adorno. Pocas empresas saben realmente cuál es la situación laboral real de la mujer y encuentras aún menos empresas que hagan algo para que eso cambie.
Y luego tenemos el famoso techo de cristal. No es que no haya mujeres en puestos de trabajo. Pero llegar a puestos de decisión es ‘la travesía del desierto‘. Mujeres en puestos de decisión, pocas. Y las que hay a veces están para cubrir la cuota. Tenemos que conseguir que eso no pase: tenemos que conseguir que las mujeres estén en puestos de decisión, lo que a su vez facilitará la contratación de otras mujeres.
Las niñas tienen que ver ejemplos y referentes
Elena: Es algo que debe cambiar desde abajo también. La educación de los niños y las niñas en los colegios, institutos y universidades es esencial. Ellos y ellas tienen que ver ejemplos y referentes, porque si no los ven, pensarán que no existen, que es imposible para las mujeres llegar a ciertos puestos o sectores. Los cambios existen, pero deben continuar. Somos feministas y queremos el cambio. Y el cambio pasa por seguir insistiendo y hablando de la desigualdad actual.
Tras la organización del Woman Canarias Turismo, tras tratar con tantas profesionales del sector y escuchar sus historias, ¿qué problemas encuentran que enfrentan las mujeres profesionales en nuestra industria turística?
Esther: Sobre todo detectamos falta de mujeres en puestos directivos. Hay muy pocas directoras de hoteles, pocas mujeres al frente de negocios turísticos, por no hablar del problema de ‘las Kellys‘ o de muchos otros temas que afectan a la mujer en este sector tan importante en la isla. Nos costó trabajo encontrar mujeres directamente relacionadas con el ámbito turístico, no tangencialmente, que pudieran contarnos su experiencia.
Entiendo que las mujeres tienen mucho recorrido por delante. Las mujeres están tradicionalmente ligadas al turismo, pero es necesario que lleguen a puestos de dirección a los que ahora, por lo que sea, no llegan. Aunque muchas mujeres estudian turismo, por alguna razón, no rompen el techo de cristal para alcanzar los mismos puestos directivos que sus compañeros. Se quedan en puestos operativos o intermedios. Hay algunos hoteles que sí, que por supuesto tienen directoras. Incluso algunos cuyo equipo está formado únicamente por mujeres. Pero es tan rara avis, que llama la atención.
Elena: Igual que existe el techo de cristal, existe lo que se llama el ‘suelo pegajoso o de barro‘, que no permite a las mujeres despegar, sobre todo en ciertos sectores como el de los cuidados o la limpieza, no terminan de despegarse de ese suelo. El sector turístico es uno de ellos.
Como dijo Ida Vega precisamente en Woman Canarias, el turismo fue uno de los primeros sectores que dio fuerza a la mujer en Gran Canaria. Las mujeres han estado siempre allí, acceden con facilidad a puestos operativos. Pero no terminan de salir de esos empleos en operaciones, pese al recorrido personal, al cambio generacional o a la evolución del sector.
Tenemos mucho recorrido aún por delante
Ya hemos hablado que es esencial, especialmente para las niñas, encontrar referentes en sectores que tradicionalmente no se asocian a la mujer, para que vean que es posible conseguir lo que se propongan. ¿Y si empezamos a trabajar en dar a conocer esos referentes? ¿Qué mujeres proponen para la lista?
Esther: A nivel internacional, me voy a las tecnólogas… como Hedy Lamarr, muy conocida por ser actriz de la época dorada de Hollywood, aunque resulta que es la madre del bluetooth y de las conexiones wifi tal y como las conocemos ahora.
Pero si hay una mujer que admiro mucho es Jude Milhon, conocida como Saint Jude, madre del ciber punk. Era programadora informática en los años 60-70 y tenía un dicho que era ‘Girls need Modems‘. Ella partía de la base de que la liberalización de la mujer venía del conocimiento, de la información y por eso las mujeres debían conectarse, estar conectadas a Internet y entre ellas, para ser más libres.
Para ser más libres, las mujeres deben conectar entre sí
Elena: A nivel internacional, citaría como referentes a las feministas inglesas de principios del siglo XX, como Emmeline Pankshurt y las mujeres valientes que la acompañaron en la lucha. Los grupos feministas, gracias a su lucha incondicional, provocaron el sufragio universal y cambiaron la historia para siempre, no sólo de Inglaterra, sino de toda Europa.
En cuanto a España, no podríamos entender la evolución de nuestro país sin la lucha de Clara Campoamor por el voto de la mujer. Gracias a ella, a partir de los años 30 los derechos de la mujer salieron a la palestra y nuestro derecho al voto se hizo real, aunque luego todo fuera sesgado por la Guerra Civil y posterior dictadura. Cultivaron el germen feminista en nuestro país.
A nivel local, me gusta destacar a pioneras como Carlota de la Quintana, primera mujer médica de Canarias. A Mercedes Pinto, dando vida al entorno artístico canario o, ya ves, a mi compañera Esther Pérez Verdú, al frente de la primera empresa canaria que desarrolló webs.
A nivel Canarias nos falta mucho por conocer y, sobretodo, falta reconocer como se merecen a muchas mujeres notables e invisibilizadas que es necesario rescatar de la historia cuanto antes. En nuestra región no sería difícil encontrar pioneras en muchos ámbitos, por nuestra condición de insularidad. Ni tampoco a mujeres que hayan luchado por su entorno sin recibir el reconocimiento al gran valor de su obra.
Necesitamos reconocer a mujeres notables e invisibilizadas
¿Dentro de 20 años seguiremos necesitando celebrar eventos como Woman Canarias?
Elena: Creo que sí. Según las estadísticas del Fondo Monetario Europeo, aún quedan 170 años para conseguir la igualdad. De todas formas, aunque nos acerquemos a la igualdad, no tiene porqué desaparecer un Woman Canarias… Puede cambiar su formato. Los referentes de mujeres es posible que estén más presentes, pero no creo que desaparezca la necesidad de destacarlos.
Hay que tener en cuenta que las mujeres en España han empezado a votar en 1977. Hoy las mujeres encontramos trabas en el sector laboral, pero ojalá en 20 años una niña de preescolar no esté pensando en el género, o en el color. Ojalá piense que si quiere ser astronauta, puede llegar a serlo.
Aún resta mucho para conseguir la igualdad
Esther: Creo que dentro de 20 años seguirá haciendo falta. Acabamos de tener la noticia de un ‘Consejo de Ministras’, un consejo con más ministras que ministros. Y ha resultado ser la noticia del siglo. Y aún así, hemos tenido que leer artículos como “el color que más le favorece a la ministra…” Parece que queda trabajo pendiente.
Espero no morirme sin ver una Presidenta de Gobierno en España y también me gustaría ver otra alcaldesa en Las Palmas de Gran Canaria. Si el mundo no se beneficia al 50% de ambos géneros, estamos viviendo sesgados.
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***Fotografía y texto: Bea Rivero.